Los piercings son una forma popular de expresión personal, pero también requieren ciertos cuidados para evitar infecciones y mantener la salud de la piel.
Uno de los aspectos que muchas personas pasan por alto es la frecuencia con la que deben cambiar las piezas del piercing. Aunque no existe una regla única para todos, hay recomendaciones generales que pueden ayudarte a mantener tu perforación en buen estado.
DEPENDE DEL TIPO DE PERFORACIÓN
El tiempo para cambiar una pieza de piercing varía según la zona del cuerpo en la que se encuentra. Por ejemplo, los piercings en el lóbulo de la oreja suelen sanar más rápido, mientras que los que están en cartílago o en zonas como el ombligo, nariz o lengua pueden tardar varios meses en cicatrizar completamente.
En general, se recomienda esperar al menos:
- 6 a 8 semanas para piercings en el lóbulo
- 3 a 6 meses para cartílago, ceja o nariz
- Hasta 1 año para zonas como el ombligo o pezones
Es muy importante no cambiar la joya antes de que la perforación haya sanado por completo, ya que hacerlo podría causar irritación, infección o incluso provocar que se cierre.

SEÑALES DE QUE ES MOMENTO DE CAMBIAR LA PIEZA
Incluso una vez que la perforación ha sanado, hay señales claras que indican que podrías necesitar cambiar la pieza del piercing:
- El material ha comenzado a deteriorarse o perder color
- Presentas molestias, picazón o enrojecimiento persistente
- Quieres usar una joya de mejor calidad (como titanio o acero quirúrgico)
- Han pasado varios meses y quieres limpiar bien el área
También es recomendable cambiar la pieza si sospechas que eres alérgico al material actual, ya que algunos metales pueden provocar reacciones.
LA IMPORTANCIA DE LA HIGIENE
Cambiar las piezas del piercing no debe tomarse a la ligera. Siempre lávate bien las manos antes de manipular la joya y desinfecta tanto la nueva pieza como el área de la perforación. Si tienes dudas sobre cómo hacerlo correctamente o si es seguro cambiarla, lo mejor es acudir con un perforador profesional.
Los expertos recomiendan optar por materiales hipoalergénicos como el titanio, el acero quirúrgico o el oro de 14 quilates. Evita las piezas baratas hechas de plástico o metales que no estén certificados, ya que podrían afectar tu piel a largo plazo.
En resumen, cambiar la pieza de tu piercing es algo que debes hacer con cuidado y en el momento adecuado. Mantener una buena higiene y elegir materiales seguros hará que tu perforación luzca bien y se mantenga sana por mucho tiempo.