Se busca una estrategia para que la tribu elimine de manera definitiva el movimiento; retenes de Vícam y Loma de Guamúchil los que más han permanecido
Por: Michel Inzunza
La división que existe entre diferentes grupos que operan al interior de la tribu yaqui dificulta que haya negociaciones con el gobierno del Estado, indicó Álvaro Bracamonte Sierra.
El Secretario de Gobierno dijo que se ha tenido un arduo diálogo con los yaquis en busca de que estos levanten el bloqueo carretero y si bien en ocasiones se avanza, no se han conseguido quitarlos del todo.
Gran parte del problema se debe a la división que hay al interior de la etnia, dijo, pues cuando se negocia con una autoridad y esta accede a levantar el bloqueo, otros yaquis toman la carretera.
Derivado de ello, se analiza cuál es la mejor estrategia a seguir para que la etnia definitivamente levante el bloqueo, mencionó Bracamonte Sierra, anteriormente el presidente Andrés Manuel López Obrador les propuso que hicieran un estimado de cuánto dinero recaudan en los bloqueos y el gobierno federal se los regresaría en obras.
Los retenes que se han mantenido por más tiempo son los de Vícam y Loma de Guamúchil, éste último cuenta con el apoyo de la autoridad tradicional del pueblo de Cócorit, mientras que el de Vícam no tiene apoyo de alguna autoridad tradicional.
Es por eso que se solicitó a la Guardia Nacional (GN) vigile y monitoree estos retenes; tampoco el bloqueo que se ubica en Estación Oroz está apoyado por la autoridad tradicional del pueblo de Pótam, mencionó.
El que actualmente está instalado en Las Guásimas es de fariseos, mencionó, y ellos lo hacen para solicitar apoyo para sus fiestas tradicionales, puntualizó el funcionario.
