Faltan escuelas en sur de Sonora

Fallas en infraestructura, problemas económicos y hasta falsos ídolos provocan la deserción escolar

Por: Édgar Coronado

En pleno siglo 21, el tener derecho y acceder a la educación se ha normalizado, todo es garantía; sin embargo, hay sectores que, por su lejanía, es complicado que la niñez cuente con educación de calidad, sumado a problemas en su infraestructura.

En el sur de Sonora son las comunidades rurales más marginadas el principal problema, algunos sin plantel, otros sin docentes y algunos más sin oportunidades.

En la sierra de Álamos, entre las comunidades guarijíos, el problema se vuelve más recurrente, dos pares de mesabancos y un pizarrón a la intemperie se convierte en una escuela para algunos infantes.

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En la comunidad de San José a un costado de San Bernardo, no se tiene un plantel educativo óptimo, los estudiantes tienen que llevar el proceso educativo en las afueras de un hogar, la institución construida más cercana se encuentra a kilómetros de distancia.

“Aquí no tenemos un aula donde dar clases, ya hemos pedido escuelas para los niños, nadie nos atiende, aunque parezca asombroso”, lamentó María Delia Rodríguez, docente en Educación Inicial afiliada al Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en la comunidad.

A pesar que las promesas de las instancias gubernamentales son brindar escuelas en condiciones e instancias para fomentar el proceso educativo, aún existen las barreras en la educación, lo que da pie a que se promuevan casos de analfabetismo.

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Otra de las barreras para acceder a la educación es el tema económico, estudiantes que vienen de una clase social baja y que por necesidad tienen que recurrir a iniciar con su jornada laboral desde temprana edad, considerada aún la educación como un lujo.

“En nuestra infancia el llegar a una escuela, tomar un lápiz y un cuaderno para ir a aprender era un lujo, forzosamente teníamos que salir a trabajar, eran otros tiempos, ahorita es escaso, pero lamentablemente todavía se puede observar”, describió el gobernador de la Etnia Guarijío, José Enríquez.

MALAS CONDICIONES

José Luis Germán Espinoza, dirigente del Movimiento por la Inclusión Indígena en el sur de Sonora, mencionó que las condiciones físicas de los planteles del área rural dejan mucho que desear, por lo que no resultan atractivos para los niños y jóvenes, ya que tampoco se brinda una educación integral.

Aparte del proceso enseñanza-aprendizaje, explicó que éste se debe complementar con una mejor educación artística, cultural, deportiva, así como con biblioteca, laboratorios, deporte y otros rubros, que en algunos planteles no se tiene.

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TECNOLOGÍAS Y DESINTERÉS POR LA EDUCACIÓN

Norma García, docente de Educación Primaria de Navojoa, señaló que en la actualidad muchos alumnos se dejan influenciar por las diversas aplicaciones que frecuentan, y tienden a repetir ciertas conductas, al grado de querer ser como ellos, viéndolos como ídolos a seguir y representando cierto desinterés por el aprendizaje al interior de las escuelas, situación que se presenta principalmente en las zonas urbanas.

Detalló que, imitando ciertas frases o bailes, parte de la niñez se visualiza en un futuro bailando o actuando como cierto personaje y no como un profesionista; además, muchos padres de familia apoyan ese tipo de conducta y alientan a que los alumnos continúen con esas ideas.

“Lamentablemente este tipo de influencias no resultan positivos, no se visualiza el buscar ser un profesionista de éxito y esto aleja el interés por seguir con su educación”, abundó.

REDUCCIÓN EN DESERCIÓN

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En el caso de primaria, en el pasado ciclo escolar, Sonora pasó del 97.6 al 98 por ciento de alumnos que culminaron sus estudios, en tanto que secundaria incrementó en el último ciclo de 91.1 a 94.5 por ciento. Respecto a preparatoria, se revirtió la tendencia negativa del lapso 2020-2021, de 65.3 a 66.3 por ciento.

Esa tendencia arrojó que hubo una disminución en la deserción escolar, aunque todavía vigente.

ESTADÍSTICA

Datos descritos por el Instituto Nacional de Geografía e Informática (Inegi) revelan que hasta 2020, en Sonora 2 de cada 100 personas de 15 años y más, no sabían leer ni escribir, mientras que a nivel nacional eran 5 de cada 100 habitantes.

En México, durante los últimos 50 años, el porcentaje de personas analfabetas de 15 y más años bajó de 25.8 por ciento en 1970 a 4.7 por ciento en 2020, lo que equivale a 4 millones 456 mil personas en promedio que no saben leer ni escribir. Resultados a la baja, pero hasta cierto punto vigente.

Según estadísticas presentadas a nivel del sur de Sonora, el 60 por ciento de la niñez que radica en los pueblos originarios en algún nivel educativo tuvo que dejar su educación por circunstancias sociales y hasta migración; un promedio del 0.5 por ciento ha logrado concluir su educación en una universidad.

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Causas que promueven la deserción

  • Infraestructura no óptima, como una de las principales causas
  • Lejanía de los planteles educativos
  • Dificultades económicas y sociales
  • Tecnologías y falsos ídolos

Datos:

60%

de la niñez en comunidades ha abandonado su educación

0.5%

en promedio de estudiantes de pueblos originarios ha terminado su universidad

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