No solo su belleza arquitectónica y su riqueza cultural hacen que este lugar sea ideal para visitar, sino también, su rica gastronomía
Por: Ofelia Fierros
Con su reciente nombramiento como Pueblo Mágico, este lugar de Sonora no solo destaca por su belleza natural y su rica historia, sino también por ser el hogar de los tradicionales jamoncillos, un dulce que ha conquistado paladares locales, nacionales e internacionales.
EL JAMONCILLO, UNA TRADICIÓN CON HISTORIA
En el corazón de Ures, Sonora, nombrado Pueblo Mágico en junio de 2023, se encuentra la dulcería "Don Cayetano", donde una familia ha mantenido viva esta tradición durante generaciones.
Según información de El Sol de Hermosillo, los orígenes del negocio se remontan a la llegada de los japoneses a Ures en el siglo XIX, específicamente a la familia Tanaka, quienes elaboraban dulces como jamoncillos, obleas y ponteduros.
Aunque los Tanaka dejaron el negocio, las familias locales heredaron su legado, convirtiendo el jamoncillo en un ícono de la región.
PRODUCCIÓN A GRAN ESCALA
Actualmente, "Don Cayetano" produce hasta 10 mil jamoncillos diarios, utilizando 600 litros de leche y grandes cantidades de azúcar.
Este dulce proceso no solo preserva una tradición, sino que también genera empleo y atrae visitantes de diferentes partes de México, como Guadalajara y Yucatán, e incluso del extranjero, incluyendo Chicago.
DE URES PARA EL MUNDO
Los jamoncillos son parte de la identidad de Ures y se han convertido en un símbolo de orgullo para sus habitantes. Más allá de ser un postre delicioso, representan el esfuerzo de familias que trabajan con pasión para mantener viva esta tradición.
UNA PARADA OBLIGADA EN LA RUTA DEL RÍO SONORA
Además de sus dulces, Ures forma parte de la famosa Ruta del Río Sonora, ofreciendo una experiencia completa para los viajeros que buscan conectar con la naturaleza, disfrutar de la gastronomía local y sumergirse en la rica cultura de este Pueblo Mágico.
Ures invita a todos a descubrir su historia, disfrutar de sus sabores y llevarse un pedazo de Sonora en forma de un delicioso jamoncillo.
