Décadas de tradición y una cultura de la comunidad indígena para todo el mundo
Por: Édgar Coronado
La elaboración de muñecas guarijías, servilletas bordado a mano, la tradicional vestimenta y hasta vasijas típicas, es parte de la cultura y la tradición que se tiene en la comunidad de San José en Álamos, reliquias que elaboran familias de origen guarijío en la sierra de Álamos y para todo el mundo.
La fabricación es una tradición que suma décadas; viene de generación en generación y es una manera de dar a conocer su creatividad y talento al resto del mundo, considerado su medio para salir adelante y que en algunos casos data de siglos de tradición.
Julia Romero Zazueta es una de las personas que las elabora, originaria de la comunidad de Makorawi y ahora asentada en San José, a un costado de San Bernardo, Álamos, describió que fue su madre hace más de 30 años quien le heredó el proceso para la elaboración de muñecas, considerando un arte entre la comunidad indígena y una manera de comercializar.
En un principio, explicó que conoció la elaboración de servilletas y sus bordados, sin embargo, su madre antes de fallecer le inculcó el mantener la tradición en la elaboración de muñecas bordadas, buscando que esa cultura milenaria pudiera prevalecer.
“Son muñecas diferentes a las habituales, llevan la vestimenta que nosotros utilizamos acá y cuando hay oportunidad de mostrarla siempre es un atractivo para la gente por el distintivo que representa”, puntualizó.
Se estima que en la actualidad, el promedio de personas de origen guarijío oscila entre los dos mil y tres mil integrantes, quienes han mantenido la preservación de su trabajo tradicional y sus costumbres, además de preservar la lengua materna, pero cerca del 40% de sus integrantes dedican su tiempo a la elaboración de artesanías.
Sin embargo, las artesanías que elabora Julia han rebasado fronteras, este 2023 alcanzó el tercer lugar durante su participación en el Premio Nacional de Arte Popular 2023, participó en la categoría de Talabartería.
Esto la ha llevado junto a otros artesanos de origen guarijío, a llevar su producto a otras ciudades como la capital de Hermosillo, además de otros Estados como la ciudad de México y contemplando en un futuro llevarlos al mercado internacional.
Pero también Ramona Romero Enríquez se ha sumado a la mística elaboración de artesanías creando servilletas y petates, trabajo con lo que comercializa su familia desde hace décadas, pero también considerada una forma de expresar las tradiciones de la comunidad en figuras representativas.
Héctor Zaila Enríquez, vocero de la Etnia Guarijío, explicó que la conservación de este oficio resulta vital para las distintas etnias en el sur de Sonora, ya que estos productos brindan una identidad como Nación a cada Pueblo Originario.
Expresó que la elaboración de las distintas artesanías, como la fabricación de muebles, tapices, zapatos, macetas, bajillas, cortinas, entre otras cosas, significa toda una vida de conocimiento heredado, pese a que no siempre es bien valorado por los consumidores.
Recordó que el consumidor, debe considerar que al comprar un producto artesanal apoya a la economía local y a personas que dependen de ello para salir adelante, siendo un proceso que data de décadas y que mantiene la esencia de una comunidad.
Sin embargo, la vestimenta tradicional también es una tradición, hay familias que se dedican actualmente a su elaboración, creada por llamativos colores a base de una falda y una blusa por separado, además del calzado a base de huaraches, aunque este resulta menos comercializado.
Pero, además las tradiciones de la comunidad guarijío como la Danza del Pascola y la música, así como la preservación de la lengua materna, son actividades muy arraigadas que se buscan mantener intactas y que no terminen por desaparecer, llevadas a cabo en las reuniones tradicionales al interior de la ramada de la etnia.
-40% de la comunidad guarijío se centra en elaborar artesanías
-3 mil integrantes en promedio componen la comunidad indígena
-Más de 10 productos artesanales se elaboran