Le decían "El Vampiro" y una turba enardecida tomó la justicia en sus manos; las imágenes son brutales
Por: Edel Osuna
Ni Drácula, ni Nosferatu. Se trata del keniano Masten Wanjala, el asesino serial de niños que fue arrestado por el asesinato de 10 niños, de entre 12 y 16 años de 2016 hasta julio del 2021, a algunos de los cuales les chupó la sangre antes de quitarles la vida.
El hombre de 20 años de edad, a quien llamaron "El Vampiro", fue detenido, y ante la Policía Nairobi confesó sus crímenes; sin embargo, cuando se encontraba bajo custodia para comparecer ante un tribunal, escapó, hecho por el cual cuatro oficiales son investigados, pues todo se dio en circunstancias poco claras.
Tras su fuga, Wanjala fue capturado en el pueblo de Mukhweya, a cientos de kilómetros de Nairobi, capital de Kenia, y pretendía esconderse en casa de sus padres, a donde llegó de noche.
Sabiendo lo que había ocurrido, al saber que lo habían visto, el joven optó por irse; sin embargo, sus vecinos lo reconocieron y tomaron la justicia en sus manos: lo lincharon.
Pero cuando se sentía seguro, lo echaron de la casa donde se fue a esconder, pero los vecinos fueron tras él y lo lincharon.
A la fecha, la Policía desconoce cómo es que el joven pudo viajar desde la capital hasta una aldea; fue la curiosidad de los pobladores lo que los llevó a identificarlo y a matarlo.
El linchamiento de Masten Wanjala quedó grabado en video y fue compartido en redes sociales; en él se ve cómo el joven es atacado con palos y piedras hasta morir.
Pese a que las autoridades investigadores afirmaron que el hombre comparecería ante la justicia por sus crímenes, prevaleció la ley de la jungla, que los aldeanos le aplicaron.
SU MODO DE OPERAR
Para consumar su ola de asesinatos, que inició en 2016, "El Vampiro" se hacía pasar por entrenador de futbol para ganarse la confianza de los menores.
Ya bajo su guía, Mansten los llevaba a una zona apartada, a algunos les cortó las venas y se bebió su sangre, y luego los asesinó; en algunos de los casos, se indicó, llegó a pedir rescate por sus víctimas, pero en realidad las mataba.
Después de ser arrestado, el sujeto llevó a los investigadores donde enterró los cadáveres de sus víctimas.
