El motor de tu carro debe estar tan estable como una piedra al momento de hacer ralentí, pero si tiembla seguramente hay un problema que debes atender
Por: Luis Flores
El vehículo es más que una simple máquina, es un compañero de confianza. Pero cuando comienza a hacer movimientos extraños o sacudidas inesperadas en los semáforos, está tratando de decirte algo. Ignorar estas señales puede provocar reparaciones costosas en el futuro.
El motor de tu automóvil debe estar tan estable como una piedra al momento de hacer ralentí, pero si tiembla como una hoja seguramente hay un problema que debes atender.
¿POR QUÉ VIBRA EL AUTO?
Inyectores de combustibles sucios
Piensa en los inyectores de combustible como pequeños dispensadores de café para tu motor. Con el tiempo, la acumulación de carbón procedente de la combustión puede obstruir estas boquillas, alterando el suministro preciso de combustible necesario para un funcionamiento sin problemas.
Solución: se debe limpiar o reemplazar los inyectores de combustible con regularidad para garantizar que tu motor reciba la “dosis de cafeína” necesaria para un viaje sin problemas. Considera utilizar un kit de limpieza de inyectores de combustible para un trabajo completo.
Bujías, cableado de bujías y bobina de encendido desgastados
Estos elementos son los responsables de generar la chispa que da origen a la combustión en el interior del motor de tu carro. Cuando las bujías y sus componentes cercanos envejecen o se contaminan, es como intentar encender una cerilla húmeda, lo que provoca fallos de encendido en el motor y vibraciones inquietantes.
Solución: las bujías deben ser reemplazadas cada 30,000 a 50,000 millas. No descuides la bobina de encendido, que juega un papel crucial en un ralentí suave. Utiliza una herramienta apropiada para separar las bujías y así garantizar una instalación precisa.
Filtros de aire obstruidos
Estos son como los pulmones del motor y, cuando se congestionan con suciedad y desechos, es como si tu auto estuviera respirando con una pajita. Esto da como resultado una mezcla de aire y combustible, lo que provoca un ralentí irregular.
Solución: cambia los filtros obstruidos periódicamente para permitir que el motor respire libremente, garantizando un ralentí más suave y un mejor rendimiento. Consulta el manual de tu automóvil para conocer el tipo de filtro correcto.
Fuga de vacío
El motor de tu automóvil depende de un sistema de vacío para funcionar de manera eficiente. Las mangueras o conexiones con fugas alteran este equilibrio, provocando fallos de encendido, vibraciones y ralentí errático.
Solución: inspecciona las mangueras y conexiones de vacío y reemplaza las que estén desgastadas o tengan fugas. Restaurar el flujo de aire adecuado ayudará a que tu motor funcione sin problemas. Considera usar un vacuómetro para identificar fugas.
Sensor de oxígeno
El sensor de oxígeno actúa como la nariz del motor y detecta la mezcla de aire y combustible. Con el tiempo, puede fallar debido a la exposición al calor, a los depósitos de carbón o al envejecimiento, lo que provoca un ralentí brusco.
Solución: reemplaza el sensor de oxígeno cuando no funcione correctamente, lo que aportará una combustión óptima y un ralentí más suave. Revisa el manual de servicio de tu automóvil para conocer cuál es el sensor específico de tu vehículo.
Soportes de motor
Los soportes del motor son como cinturones de seguridad, pero justamente para el motor, ayudándolo a mantenerse en su lugar. Cuando estos soportes se debilitan o se rompen, el motor puede temblar al ralentí.
Solución: si el temblor disminuye cuando cambias a neutral, es probable que los soportes del motor sean los culpables. Haz que los inspeccionen y reemplacen según sea necesario para restaurar la estabilidad.