Ambos son una alternativa popular para sustituir el azúcar, sin embargo, cuentan con diferentes características y beneficios que debes conocer
Por: Marcela Islas
Los endulzantes naturales han ganado popularidad en los últimos años, siendo la stevia y la fruta del monje los más utilizados para sustituir al azúcar, pues además de ser una alternativa dulce, tienen varios beneficios y características que son del gusto de los consumidores.
Las personas que buscan cuidar sus niveles de azúcar en la sangre o que padecen de enfermedades como la diabetes suelen recurrir a la stevia o la fruta del monje en su vida cotidiana, pero ¿cuál es la más recomendable?
STEVIA
El Stevia se obtiene de las hojas de la planta Stevia rebaudiana, las cuales tienen la característica de endulzar 200 a 300 veces más dulce que el azúcar, aproximadamente.
Una de sus mayores beneficios es su estabilidad, ya que es resistente al calor y al ácido, lo que lo hace adecuado para cocinar y hornear.
En cuanto al sabor, algunas personas encuentran que la stevia tiene un regusto amargo o metálico. Sin embargo, su consumo en grandes cantidades, puede causar efectos secundarios gastrointestinales en algunas personas.
FRUTA DEL MONJE
La Fruta del Monje se saca de los extractos del fruto de la planta Siraitia grosvenorii, y es aproximadamente 150 a 200 veces más dulce que el azúcar, aunque puede ser más difícil de encontrar y más caro que la stevia.
Sus beneficios son antioxidantes, pues contiene mogrosidos, que tienen propiedades de este tipo; considera que generalmente no tiene un regusto amargo, pero algunas personas notan un sabor afrutado.
Respecto al sabor, muchas personas optar por el sabor de la fruta del monje porque tiende a tener menos sabor en comparación con la stevia.
Ambos son adecuados para cocinar y hornear, aunque la stevia es más estable a altas temperaturas, además de ser opciones saludables con beneficios similares en términos de índice glucémico y ausencia de calorías.
