El Sistema Eléctrico Nacional se encuentra nuevamente en estado de alerta este sábado, según el más reciente informe del Cenace
Por: Luis Valenzuela
Esta situación que atraviesa el Sistema Eléctrico Nacional refleja una vez más la incapacidad del sistema para satisfacer la creciente demanda de energía eléctrica de los consumidores, tanto los establecidos como los nuevos que se han sumado debido a recientes inversiones.
CENACE DECLARÓ EL ESTADO OPERATIVO DE ALERTA ESTE 18 DE MAYO
En un comunicado inicial, la entidad afirmó que llevaría a cabo las acciones operativas pertinentes para gestionar la situación; posteriormente, a las 16:13 horas, la Gerencia de Control Regional Noreste del Sistema Interconectado Nacional fue trasladada a Estado Operativo Normal; sin embargo, esto no implica una normalización completa del SEN, como ha advertido el propio Cenace en días anteriores.
Este recurrente estado de alerta evidencia la insuficiencia del sistema nacional para atender las necesidades actuales de los consumidores, la infraestructura de generación y transmisión de electricidad no ha sido ampliada adecuadamente para hacer frente a la creciente demanda.
Especialistas en la materia subrayan que las altas temperaturas, que obligan a la población a utilizar ventiladores y aires acondicionados, han agravado la situación. Sin embargo, también señalan que esta problemática era previsible desde hace años y que la falta de inversiones por parte del gobierno federal ha sido un factor determinante.
La falta de atención al sector eléctrico ha resultado en desbalances y cortes de energía, comúnmente conocidos como apagones, estos cortes son decisiones estratégicas del Cenace para evitar riesgos mayores, como crisis sistémicas que podrían derivar en explosiones de generadores o la quema de cables, problemas que no solo tomarían semanas en solucionarse, sino que también conllevarían costos elevados, alcanzando decenas de millones de dólares en fondos públicos.
Además, los expertos critican la política energética actual del gobierno, que se ha centrado en fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a expensas de las inversiones y propuestas de proyectos privados. A estos proyectos se les han negado los permisos necesarios para desarrollar nuevas fuentes de generación eléctrica. De igual forma, se ha observado una negativa a invertir en las necesidades de transmisión, un área que es monopolio exclusivo de la CFE.
Desde la perspectiva de los especialistas, las necesidades energéticas actuales del país requieren inversiones multimillonarias que no se han materializado durante la presente administración y que también fueron rezagadas por administraciones anteriores.
En el primer trimestre de 2024, la CFE reportó ganancias significativamente menores, siendo un 90 por ciento inferiores a las registradas en 2023. Aunque la CFE, en comparación con Petróleos Mexicanos (Pemex), presenta una base más sólida, los expertos coinciden en la necesidad de una mejor ejecución de proyectos, una visión estratégica más clara y la realización de inversiones en áreas verdaderamente rentables, algo que, bajo la dirección de Manuel Bartlett, no se está cumpliendo.
Esta situación crítica del SEN pone de manifiesto la urgencia de adoptar políticas energéticas más efectivas y de incrementar las inversiones en infraestructura eléctrica para garantizar un suministro estable y confiable que satisfaga las necesidades de la población y del sector industrial del país.