A pesar de que no haya un documento que señale la distribución de bienes en México existe algo conocido como sucesión legítima y ayuda en estos casos
En México es necesario realizar un testamento con el fin de que al momento en que el ciudadano fallezca, sus bienes puedan ser distribuidos entre sus herederos. Sin embargo, en ocasiones puede que el ciudadano no haya realizado este documento y sus bienes serán entregados por la sucesión legítima que es un marco legal que sirve para la transferencia ordenada de bienes.
Este procedimiento busca garantizar una distribución equitativa de bienes, protegiendo a los herederos y preservando la integridad del proceso. La sucesión legítima permite mantener la paz entre los familiares y permite la planificación patrimonial de los bienes; de manera que se permite la transición de los bienes de una generación a otra de manera controlada y justa.
¿QUIÉN HEREDA LOS BIENES CUANDO NO HAY TESTAMENTO?
En caso de que el ciudadano no haya dejado un testamento, las personas que podrán heredar los bienes serán los descendientes, cónyuges, ascendientes y parientes colaterales hasta el cuarto grado; esto debido a que según la ley estas personas son consideradas herederas por sucesión legítima. Dentro de este término también pueden ser personas en situación de concubinato siempre y cuando hayan vivido juntos al menos cinco años.
Es importante señalar que la sucesión legítima, no toma en cuenta el parentesco por afinidad pues no confiere derecho de heredar alguno de los bienes del fallecido. Esto debido a que la sucesión de los bienes a falta de testamento busca establecer un orden jerárquico para determinar a los herederos legítimos. La sucesión legítima está respaldada por el Código Civil Federal y los códigos civiles de cada estado.
¿QUÉ PASA SI NO HAY TESTAMENTO NI HEREDEROS?
En caso de que el fallecido no tenga descendientes, cónyuges, ascendientes y parientes colaterales hasta el cuarto grado en dónde pueda ser aplicada la sucesión legítima. Los bienes del fallecido no serán heredados y pasarán a ser parte de la beneficencia pública, las autoridades recomiendan dejar un testamento para que los bienes puedan ser distribuidos bajo los últimos deseos del fallecido.
