Esta medida busca garantizar prestaciones a largo plazo para este sector vulnerable de la economía que incluye a más de 2 millones de personas
Por: César Omar Leyva
El Senado de México está por debatir una reforma crucial que garantizará acceso a la seguridad social y pensiones a casi 2.5 millones de trabajadores repartidores y colaboradores de aplicaciones digitales.
Esta medida responde a la creciente necesidad de proteger a los trabajadores independientes en un mercado laboral cada vez más dominado por plataformas como Uber, DiDi, Rappi y Cabify.
El senador Alfonso Cepeda Salas, presidente de la Comisión de Seguridad Social, anunció que uno de los temas prioritarios en la agenda legislativa será la revisión del sistema de pensiones.
Esta reforma responde al compromiso hecho el 1 de octubre por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien se comprometió a presentar una iniciativa de ley que garantice la obligatoriedad de la seguridad social para los repartidores de aplicaciones.
Sheinbaum enfatizó la importancia de brindar seguridad social a un sector que, hasta ahora, ha trabajado sin prestaciones básicas como asistencia médica, pensiones por vejez, invalidez o protección en casos de maternidad.
“Este mes enviaremos la ley para garantizar la obligatoriedad de la seguridad social para las y los trabajadores repartidores de aplicaciones telefónicas”, destacó la mandataria, cumpliendo con su compromiso número 59.
UNA NECESIDAD EN EL CONTEXTO LABORAL ACTUAL
En México, la discusión sobre la seguridad social ha girado en torno a la expansión de su cobertura y la mejora en la calidad de las prestaciones. Este esfuerzo no solo busca proteger a los trabajadores actuales, sino también asegurar un sistema más equitativo para todos los sectores laborales, incluidos los más vulnerables, como los trabajadores de la economía informal.
Entre ellos destacan los repartidores de plataformas digitales, quienes han enfrentado condiciones de trabajo precarias, con poca o nula protección social.
La reforma también contempla a otros sectores, como jornaleros agrícolas, pescadores y artistas, quienes han quedado fuera del sistema de seguridad social tradicional. En este sentido, la inclusión de los repartidores es vista como un avance en la universalización de la cobertura social en México.
EMPRESAS ABIERTAS AL DIÁLOGO
La Alianza In México, que agrupa a empresas como Cabify, DiDi, Rappi y Uber, ha expresado su disposición a colaborar en el desarrollo de un mecanismo que permita a los repartidores acceder a la seguridad social sin comprometer la flexibilidad e independencia que valoran en su trabajo. Este modelo laboral ha sido una fuente de ingresos para millones de personas, ofreciendo la posibilidad de generar ganancias de manera independiente.
La Alianza ha insistido en que el diseño de esta política debe surgir de un diálogo inclusivo que considere las voces de todos los actores involucrados, especialmente los repartidores. Asimismo, han destacado que la implementación de un sistema de seguridad social no debe comprometer los aspectos fundamentales del modelo actual, que ofrece flexibilidad en los horarios y en la modalidad de trabajo.
IMPACTO ECONÓMICO POSITIVO
Un estudio realizado por Buendía & Márquez revela que aproximadamente 43 millones de mexicanos utilizan plataformas digitales para adquirir productos o servicios. Este fenómeno ha impulsado el crecimiento de la economía digital, donde los repartidores juegan un rol central.
Además, las plataformas digitales han creado oportunidades de empleo para aproximadamente 2.5 millones de personas, lo que subraya la importancia de asegurar que estos trabajadores cuenten con las prestaciones necesarias para protegerse en caso de enfermedad, accidente o jubilación.
CAMINO A UN SISTEMA INCLUSIVO
La reciente reforma a la Ley del Seguro Social en México, que reconoce el acceso a la seguridad social para trabajadores independientes, es un paso en la dirección correcta. No obstante, la creación de un sistema de pensiones específico para los repartidores de plataformas digitales representa un reto mayor que requiere la cooperación de múltiples actores, desde las empresas tecnológicas hasta los legisladores y los mismos trabajadores.