Este platillo se convirtió en un símbolo de las reuniones familiares, no solo por su sabor, sino también por el esmero requerido para su preparación
Por: Marcela Islas
En México, el bacalao es un platillo infaltable en las cenas de Navidad y Año Nuevo, a pesar de que en Europa su consumo es más común durante la Cuaresma. Pero ¿cómo es que este platillo llegó al país y se volvió una tradición?
HISTORIA
Este alimento llegó a nuestro país hace más de 500 años, gracias a la influencia cultural de la conquista española y la tradición católica, adaptándose con ingredientes locales como jitomate y chile güero, esenciales en la receta mexicana del bacalao a la vizcaína.
Durante el Virreinato, los españoles introdujeron el bacalao como una opción para respetar el ayuno y la abstinencia de carne. En México, la receta evolucionó, fusionando sabores europeos con ingredientes locales.
El bacalao se convirtió en un símbolo de las reuniones familiares, no solo por su sabor, sino también por el esmero requerido para su preparación. Lograr el equilibrio perfecto de sal y textura ha hecho de este platillo una tradición esperada en cada hogar mexicano.
BENEFICIOS DEL BACALAO
El bacalao noruego, origen principal del pescado que llega a México, destaca por su calidad y sostenibilidad. Proveniente del Ártico, donde las condiciones extremas garantizan su frescura, este pescado es reconocido por sus propiedades nutritivas: es bajo en grasa, rico en proteínas y Omega-3, además de ser gestionado de forma responsable por las comunidades pesqueras de Noruega.
Sin embargo, se debe tener precaución con la autenticidad del producto. Según la organización Oceana, hasta el 44 por ciento del pescado vendido como bacalao puede ser sustituido por especies en peligro de extinción.
Por ello, garantizar su origen es clave para preservar tanto la tradición como la biodiversidad marina.
El bacalao en la Navidad mexicana es más que un platillo: es historia, cultura y un recordatorio del intercambio de tradiciones que enriquecen nuestra cocina.
