Fue parte de los doce apóstoles de Jesucristo, es venerado por millones de fieles en todo el mundo, especialmente en México
Por: César Omar Leyva
San Judas Tadeo, uno de los doce apóstoles de Jesucristo, es venerado por millones de fieles en todo el mundo, especialmente en México. Su festividad se celebra cada 28 de octubre, una fecha que conmemora su vida y milagros.
La tradición católica establece que San Simón y San Judas Tadeo eran compañeros inseparables en su misión de predicar el Evangelio. Por esta razón, sus festividades se celebran conjuntamente. Ambos fueron testigos de los milagros de Jesús, su resurrección y ascensión al cielo.
DEVOCIÓN EN ASCENSO EN MÉXICO
Si bien la devoción a San Judas Tadeo es antigua, fue a mediados del siglo XX cuando su popularidad experimentó un notable incremento en México. Su imagen, colocada en el Templo de San Hipólito y San Casiano en la Ciudad de México, se convirtió en un foco de peregrinación y oración.
LAS RAZONES DE SU POPULARIDAD
- Santo de las causas difíciles: San Judas Tadeo es invocado en situaciones desesperadas, cuando las soluciones parecen imposibles. Su fama como intercesor ante Dios lo ha convertido en el santo patrono de los casos perdidos.
- Testimonios de milagros: Numerosos fieles atribuyen a San Judas Tadeo favores recibidos, desde la recuperación de la salud hasta la resolución de problemas económicos. Estos testimonios han solidificado su devoción a lo largo de los años.
- Conexión con los jóvenes: En las últimas décadas, la devoción a San Judas Tadeo ha atraído a un gran número de jóvenes, quienes encuentran en él un intercesor cercano y comprensivo.
SIMBOLISMO RELIGIOSO
En el arte religioso, San Judas Tadeo suele representarse con un medallón que porta la imagen de Jesucristo, símbolo de su fe. La llama de fuego en su cabeza alude al Espíritu Santo, mientras que el hacha o el bastón hacen referencia a su martirio y a los largos viajes que realizó para predicar el Evangelio.
La figura de San Judas Tadeo trasciende las fronteras religiosas y culturales. Su capacidad para inspirar esperanza y fe en momentos difíciles lo ha convertido en uno de los santos más venerados del mundo. Cada 28 de octubre, millones de fieles se reúnen para celebrar su vida y pedir su intercesión, reafirmando así la perenne vigencia de su mensaje de amor y esperanza.