Los riesgos de humanizar a las mascotas según estudio realizado

Es natural querer estrechar lazos con nuestras ellas, pero es importante hacerlo de manera consciente y respetuosa hacia su naturaleza animal

Por: Luis Valenzuela

La antropomorfización, es decir, atribuirles rasgos humanos a los animales, puede llevarnos a interpretar erróneamente sus comportamientos y necesidades; por ejemplo, cuando un perro ladra o un gato maúlla, tendemos a asignarles significados basados en nuestro propio entendimiento humano, sin tener en cuenta su perspectiva animal.

Esta sobreinterpretación puede influir en nuestras acciones y decisiones, desde alimentarlos en lugares inapropiados hasta asumir que necesitan la misma atención emocional que los seres humanos.

La conexión emocional que establecemos con nuestras mascotas es innegable, y su comportamiento, a menudo diseñado para activar nuestra empatía, nos incita a cuidar de ellos como si fueran un miembro más de nuestra familia.

Por ejemplo, los gatos maúllan de una manera que imita el llanto de los bebés, mientras que los perros pueden adoptar expresiones faciales que parecen reflejar tristeza, estos comportamientos refuerzan nuestro vínculo con ellos, haciéndonos sentir más cerca y responsables de su bienestar.

Sin embargo, esta relación estrecha puede tener sus riesgos, ya que la antropomorfización puede surgir como resultado de vacíos emocionales en la vida de los cuidadores, llevándolos a proyectar en sus mascotas roles que no han tenido o que han perdido, como el de hijos o hermanos.

Las personas que viven solas o que no tienen hijos biológicos pueden ser especialmente propensas a esta tendencia, integrando a sus mascotas en actividades cotidianas y tratándolas como si fueran miembros de la familia humana.

El impacto de la humanización de nuestras mascotas se extiende más allá de nuestras interacciones personales con ellos, las redes sociales han exacerbado este fenómeno, con numerosas cuentas dedicadas a las mascotas que les otorgan voz y una narrativa humana.

Sin embargo, es importante recordar que los animales no comparten nuestra percepción del mundo y, por lo tanto, no siempre son conscientes del significado de eventos como las fiestas para perros, celebrar estas ocasiones de manera más acorde con sus necesidades, como darles un paseo especial o comprarles un juguete nuevo, es fundamental para su bienestar.

LA HUMANIZACIÓN PUEDE SER PERJUDICIAL PARA LA SALUD FÍSICA Y MENTAL DE LAS MASCOTAS

El exceso de comida humana puede provocar problemas de salud, al igual que el uso indebido de ropa y accesorios; aunque estos elementos pueden ser útiles en ciertos contextos, como proteger a los animales del frío, su uso excesivo puede causar sobrecalentamiento o incomodidad. Del mismo modo, el ambiente sobreprotector puede generar ansiedad por separación en las mascotas, desencadenando comportamientos destructivos y estrés.

Si bien, es natural querer estrechar lazos con nuestras mascotas, pero es importante hacerlo de manera consciente y respetuosa hacia su naturaleza animal, reconociendo y satisfaciendo sus necesidades específicas, tanto físicas como emocionales, lo que es fundamental para garantizar su bienestar a largo plazo.

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