Estudios científicos han demostrado que esta actividad no solo es una tarea física, sino también terapéutica en muchos sentidos
Por: César Omar Leyva
La limpieza de primavera es una práctica ancestral que se ha extendido por siglos por diversas culturas del mundo, marcando la transición entre el invierno y la llegada de la nueva estación.
Aunque sus formas específicas varían, el principio principal es universal: la purificación, la preparación para nuevos comienzos y la celebración del florecimiento de la primavera.
Según un artículo de National Geographic, esta tradición tiene un significado simbólico. Al limpiar los hogares de desorden y suciedad acumulados durante los meses fríos, no solo se mejora el espacio físico, sino que se crea creamos un ambiente mental más claro y renovado.
De acuerdo a la tradición ancestral cada movimiento de limpieza, ayuda a establecer conexión con generaciones pasadas que también buscaban la renovación, un concepto que sigue vigente en el presente.
BENEFICIOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS
La limpieza profunda de primavera va más allá de un simple quehacer doméstico. Según la psicoterapeuta Eloise Skinner, la llegada de la nueva estación nos llena de energía y nos inspira a limpiar a fondo nuestro entorno.
Esto no es casualidad: en los meses de invierno, la melatonina, hormona que regula el sueño, puede hacernos sentir más fatigados y menos inclinados a mantener nuestros espacios ordenados. Sin embargo, cuando la luz solar aumenta y los días se alargan, la energía se renueva, impulsándonos a refrescar nuestros hogares.
Además, estudios han demostrado que la limpieza no solo es una tarea física, sino también terapéutica. Al enfocarnos en las tareas de limpieza, nos mantenemos presentes, lo que puede generar una sensación de bienestar y relajación.
De hecho, la popularidad de los "cleanfluencers", quienes comparten consejos de limpieza en redes sociales, ha mostrado cómo este proceso puede ser, en muchos casos, una forma de autocuidado.
RAÍCES CULTURALES Y RELIGIOSAS
La limpieza de primavera no es una tradición exclusiva de una región o religión, sino que tiene un fuerte componente cultural y espiritual en varias partes del mundo.
En la tradición judía, la Pascua está marcada por la limpieza de Jametz (pan leudado), un acto simbólico que rememora la huida de los israelitas de Egipto. Los católicos, por su parte, limpian los altares en la víspera del Viernes Santo como parte de sus rituales religiosos.
Por otro lado, en Irán, el Nowruz, que celebra el equinoccio de primavera, involucra la práctica del "khane-takani" o "sacudir la casa", que purifica el hogar antes de la llegada del Año Nuevo.
En China, antes del Año Nuevo Lunar, se realiza la limpieza para eliminar la mala suerte, mientras que en Tailandia, durante el Songkran, se llevan a cabo limpiezas públicas y se arroja agua para purificar tanto los hogares como los espíritus.
Y tú, ¿Ya realizaste la limpieza de primavera?
