Las autoridades y residentes en áreas potencialmente afectadas deben mantenerse informados y seguir las recomendaciones para minimizar los riesgos
Por: Araceli Rodríguez
La tormenta tropical Hone continúa su desarrollo en el océano Pacífico Norte, según el último reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC). En su informe más reciente, el NHC señaló que Hone presenta vientos sostenidos de 72 kilómetros por hora, lo que aún no alcanza el umbral de "dañinos".
Para que los vientos sean considerados "dañinos", deben superar los 93 kilómetros por hora (50 nudos). A medida que los vientos intensifican, se incrementa el riesgo de daños, tales como ramas rotas y tejas desprendidas. Los daños se vuelven más severos cuando los vientos alcanzan la fuerza de huracán, es decir, 119 kilómetros por hora o más.
Las imágenes satelitales proporcionan una visión del ciclón, permitiendo a los meteorólogos evaluar su fuerza, tamaño y cohesión. Un ciclón con un ojo central simétrico indica que el sistema está relativamente intacto y no ha encontrado factores debilitantes significativos.
Hasta el momento no es preciso si podría llegar a México, además, las autoridades locales no han compartido detalles al respecto.
Aunque las tormentas suelen acercarse a Hawái, es inusual que una tormenta con nombre toque tierra directamente en las islas hawaianas debido a su tamaño relativamente pequeño. Sin embargo, incluso un contacto indirecto puede tener consecuencias importantes. Por ejemplo, en 2020, el huracán Douglas, aunque no tocó tierra, causó vientos dañinos en Hawái.
La presencia de El Niño, un patrón meteorológico a gran escala en el Pacífico ecuatorial, está contribuyendo a que las aguas cálidas se acerquen a Hawái, creando condiciones favorables para el desarrollo de tormentas en el Pacífico Central.
El Niño también disminuye la cizalladura del viento, un factor que puede desestabilizar las tormentas y limitar su intensidad. En contraste, se espera que La Niña, el fenómeno opuesto a El Niño, se forme durante la temporada, lo cual probablemente reducirá la cantidad de tormentas con nombre en el Pacífico Central.
Las autoridades y residentes en áreas potencialmente afectadas deben mantenerse informados a través de los canales oficiales y seguir las recomendaciones para minimizar los riesgos asociados con tormentas tropicales y huracanes.