Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, Nuevo León, apela a la compasión para el asesino confeso de su padre y dar carpetazo al tema
Por: Edel Osuna
Luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) diera a conocer la identidad del segundo tirador en el magnicidio del malogrado candidato del PRI a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio Murrieta, su hijo y alcalde de Monterrey, Nuevo León, pidió el indulto para el asesino confeso.
El munícipe por Movimiento Ciudadano (MC) solicitó a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que indulte a Mario Aburto Martínez, quien ha permanecido tras las rejas por casi tres décadas.
Y es que Colosio Riojas apeló a López Obrador y, además, pidió que se le diera carpetazo final al asunto del asesinato de su padre, a fin de que tanto la familia, como los mexicanos puedan sanar.
“Apelando a la compasión del Presidente, yo diría que mejor indulte a Mario Aburto, que lo indulte, que ponga un carpetazo final a este asunto, que permita que tanto mi familia como México sanemos”, dijo el alcalde neoleonés.
Y agregó: “Que iniciemos un camino hacia la reconciliación a través del perdón, pero, sobre todo, a través del respeto a dejar esto en manos de otra justicia porque la justicia mexicana quedó a deber en su momento y hoy lo que queremos es vuelta a la página”.
¿Y MARIO ABURTO?
En horas de la tarde del miércoles 23 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio Murrieta, concluía un mitin en la colonia Lomas Taurinas, en Tijuana, cuando recibió dos disparos, uno en la cabeza y otro en el abdomen.
Tras el atentado, Mario Aburto Martínez fue capturado en la escena por el cuerpo de seguridad del entonces candidato presidencial priista.
Durante la noche del fatídico día, Aburto Martínez rindió su primera declaración ministerial, y confesó que era el autor intelectual del magnicidio.
Sin perder tiempo, la mañana del 24 de marzo el hombre fue acusado de homicidio calificado y portación ilegal de arma de fuego, e inmediatamente fue trasladado vía aérea al Centro Federal de Readaptación Social No. 1 (Cefereso), ubicado en Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
Y aunque después se realizaron distintas investigaciones (1996 a 2004), estas tomaron rumbos distintos, durante las cuales se discutió, aceptó y desechó la posibilidad de que el magnicidio fuera planeado y ejecutado por distintos tiradores, como parte de un complot para cambiar de candidato por supuestos problemas entre Colosio y el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, pero este y otros motivos fueron desechados.
