El uso indebido de tus datos bancarios puede poner en riesgo tus finanzas, por lo que debes ser cuidadoso al momento de retirar efectivo
Por: Marcela Islas
Entre los fraudes electrónicos destaca una modalidad que consiste en la captura no autorizada de los datos de una tarjeta de pago (crédito o débito) para su posterior clonación y uso fraudulento, conocido como skimming.
Los delincuentes utilizan dispositivos físicos, conocidos como skimmers, que se instalan en los cajeros automáticos para copiar la información de la banda magnética o el chip de la tarjeta. Además, suelen colocar cámaras ocultas para registrar el PIN que el usuario ingresa.
El skimming es un delito que aprovecha la confianza de los usuarios en los servicios financieros. Mediante el uso de tecnología especializada, los ciberdelincuentes interceptan los datos confidenciales de las tarjetas de pago, permitiendo así realizar transacciones no autorizadas y causar pérdidas económicas a las víctimas.
¿CÓMO PROTEGERTE DEL SKIMMING?
Antes de utilizar un cajero automático, revisa cuidadosamente si hay algún dispositivo extraño o irregularidad en la ranura para tarjetas, el teclado o la pantalla. Al ingresar tu PIN, utiliza tu mano libre para cubrir el teclado y evitar que cámaras ocultas graben tu secuencia. Es muy importante tener en cuenta que si alguna persona te ofrece ayuda, es mejor rechazarla.
De igual forma, elige cajeros ubicados en lugares bien iluminados y con alta seguridad, como sucursales bancarias o centros comerciales. En tiendas físicas, asegúrate de que el lector de tarjetas esté integrado en el mostrador y no sea un dispositivo portátil.
Al utilizar tu información bancaria en Internet, verifica el sitio web y asegúrate de que la dirección sea correcta y que esté seguro (busca el candadito en la barra de direcciones). Evita abrir correos electrónicos o mensajes que te pidan información personal o bancaria y por último, crea contraseñas únicas y difíciles de adivinar para cada cuenta.
