Los vuelos largos pueden ser incómodos, pero ¿pueden presentar daños a la salud?, aquí los detalles
Los viajes aéreos prolongados pueden tener efectos notables en nuestro cuerpo, desde la sequedad de la piel hasta el riesgo potencial de coágulos sanguíneos. Algunas de las personas después de un vuelo largo suelen experimentar la incomodidad de estar en un asiento con limitada reclinación.
En una reciente discusión sobre los efectos de los vuelos largos en el cuerpo humano, el médico Michael J. Manyak, especializado en urología y medicina de expedición del Explorers Club, aseguró que, en general, volar es seguro para la mayoría de las personas. Sin embargo, destacó la importancia de tomar precauciones, especialmente para aquellos con enfermedades subyacentes.
"Los problemas solo se producen cuando se padece una enfermedad subyacente", afirmó Manyak. Esto sugiere que, si bien los vuelos largos pueden ser incómodos y presentar ciertos riesgos, como la sequedad del aire y el riesgo de coágulos sanguíneos, la mayoría de los pasajeros pueden viajar de manera segura si toman las medidas adecuadas
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS QUE TIENE ESTAR EN UN VUELO LARGO?
Estas son las reacciones del cuerpo ante los vuelos largos y qué se puede hacer para aliviar las molestias:
Aire seco y cambios de presión atmosférica:
Durante el vuelo, el aire circulante en la cabina suele ser mucho menos húmedo que el aire en tierra, lo que puede provocar sequedad en los ojos, la nariz y la boca. Esta sequedad puede ser incómoda, pero en su mayoría, no es motivo de preocupación grave. Beber abundante agua antes y durante el vuelo puede ayudar a mantener una sensación de confort y mejorar la circulación. Además, los cambios de presión durante el despegue y el aterrizaje pueden causar dolor en los senos nasales y los oídos, pero tomar descongestionantes y beber agua puede ayudar a mitigar estos efectos.
Dolores musculares y rigidez
Estar sentado durante largos períodos puede provocar rigidez en la espalda, el cuello y los músculos debido al esfuerzo prolongado. Levantarse para caminar por el pasillo cuando sea posible o ajustar la postura pueden ayudar a aliviar esta rigidez.
Digestión lenta y dificultad para respirar
La falta de movimiento durante el vuelo puede ralentizar el movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo y restringir la respiración. Es importante levantarse y moverse periódicamente para estimular la circulación y evitar problemas digestivos y respiratorios.
Trombosis venosa profunda (TVP) y coágulos sanguíneos:
Uno de los mayores riesgos asociados con los vuelos largos es la formación de coágulos sanguíneos en las piernas, que pueden ser potencialmente mortales si se desplazan a los pulmones. Factores como antecedentes familiares de coágulos sanguíneos, estar embarazada o tomar anticonceptivos pueden aumentar este riesgo. Para prevenir la TVP, se recomienda levantarse y caminar por los pasillos cada hora, elevar los talones mientras se está sentado y usar calcetines de compresión.
Aunque los vuelos largos pueden ser incómodos y presentar algunos riesgos para la salud, la mayoría de las personas pueden viajar de manera segura tomando algunas precauciones simples. Mantenerse hidratado, moverse periódicamente y tomar medidas para prevenir la formación de coágulos sanguíneos pueden ayudar a hacer que el viaje sea más cómodo y seguro para todos los pasajeros.