El mantenimiento de las calles, así como la regulación del uso del espacio público, recae en el gobierno municipal, pero, ¿a quién le pertenece?
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
En México, las calles son consideradas bienes de dominio público, lo que significa que pertenecen al Estado y están destinadas al uso común de todos los ciudadanos. Tanto en áreas urbanas como rurales, ninguna persona o entidad privada puede reclamar la propiedad de una calle pública. A continuación, te explicamos porqué se determina así.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 27, establece que la propiedad originaria de las tierras y aguas dentro del territorio nacional corresponde a la Nación. Aunque la Nación puede ceder el dominio de estas a particulares, las calles y otros bienes destinados al uso común permanecen como bienes de dominio público.
La Ley General de Bienes Nacionales refuerza este concepto en su artículo 7, donde señala que los bienes de uso común, como las calles, plazas y caminos, son propiedad de la Nación y están bajo la jurisdicción de los municipios o del gobierno federal, según corresponda.
Por su parte, el Código Civil Federal en su artículo 744, establece que los bienes de dominio público de la Federación son inalienables, imprescriptibles e inembargables, lo que significa que no pueden ser vendidos, transferidos o reclamados por particulares.
RESPONSABILIDAD DEL MANTENIMIENTO
El mantenimiento de las calles, así como la regulación del uso del espacio público, recae en el gobierno municipal y, en algunos casos, en el estatal o federal. Esto incluye tareas como pavimentación, reparación de baches, alumbrado público, señalización vial y recolección de basura.
En algunas áreas privadas o fraccionamientos cerrados, existen calles que, aunque privadas, son mantenidas por los residentes o la administración del fraccionamiento. No obstante, estas calles no forman parte del dominio público.
Por lo tanto, la calle frente a tu casa es propiedad del Estado y está destinada al uso común de todos. Como residente, aunque no eres dueño de la calle, puedes contribuir a su mantenimiento y buen uso siguiendo las regulaciones locales y reportando cualquier problema al gobierno municipal.
