En estados pesqueros como Sonora y Sinaloa, donde el 49 por ciento de los productos pesqueros analizados son sustituidos
Por: César Omar Leyva
¿Es realmente bacalao lo que consumes en Navidad? Una investigación de Oceana, organización internacional dedicada a la protección de los océanos, revela que, en 3 de cada 10 ocasiones en Ciudad de México, lo que se vende como bacalao son en realidad otras especies más económicas, muchas de ellas amenazadas o en peligro de extinción.
FRAUDE GENÉTICO EN LA MESA NAVIDEÑA
El informe publicado este mes por Oceana se basa en análisis de identificación genética realizados en pescaderías, restaurantes y supermercados de la capital mexicana. Los resultados son alarmantes: un 31.5 por ciento de las muestras analizadas no eran bacalao auténtico, sino especies como mojarra, tilapia, cazón, tiburón sedoso o incluso mantarraya.
El problema no es exclusivo de la Ciudad de México. Desde 2019, Oceana ha documentado la sustitución de productos marinos en 10 ciudades del país. Según su más reciente informe, "Gato X Liebre: Engaño en el Noroeste", el fraude en la venta de pescados y mariscos en México alcanza un 44 por ciento, más del doble del promedio mundial.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y AMBIENTALES
Mariana Aziz, directora de campañas de transparencia en Oceana, destaca que la falta de una norma de trazabilidad en México facilita este tipo de fraudes. "Esto no solo afecta el bolsillo de los consumidores, sino que también pone en riesgo la biodiversidad marina", señala Aziz.
El bacalao auténtico pertenece a la familia de los gádidos, peces que habitan en aguas frías del Ártico y pueden alcanzar hasta dos metros de largo. Sin embargo, en estados pesqueros como Sonora y Sinaloa, donde el 49 por ciento de los productos pesqueros analizados son sustituidos y es la falta de regulación lo que agrava el problema.
¿QUÉ ES LA TRAZABILIDAD Y POR QUÉ IMPORTA?
La trazabilidad es el sistema que permite rastrear el recorrido de un producto pesquero desde su captura hasta el plato del consumidor. Este proceso incluye la supervisión en centros de acopio, plantas procesadoras, transporte y puntos de venta. Implementar este sistema podría reducir significativamente el fraude en el sector pesquero.
