A lo largo del país existen cientos de 'camposantos' dignos de visitar, y aquí te presentamos los calificados mejores por sus características
Para los mexicanos una de las fechas más importantes del año es sin duda, el Día de Muertos, por lo que ese día millones de connacionales se dan tiempo para visitar a sus seres queridos en los panteones, sin embargo, a lo largo del país existen ‘camposantos’ que llaman más la atención como para visitarlos por puro gusto.
Es por ello que, a falta de días para celebrar el Día de Muertos, cientos de panteones ya comenzaron a embellecerse para recibir a millones de mexicanos, ya sean locales o de otros lugares de la república.
ESTOS SON LOS PANTEONES MÁS BONITOS DE MÉXICO
El Panteón Civil de Dolores es reconocido como el de mayor tamaño de América Latina, y como característica principal cuenta con la Rotonda de Hombres Ilustres, donde se guardan los restos de un centenar de personajes célebres de la cultura, ciencia y la política mexicana.
El Panteón Español es otro de los panteones más importantes de México, ubicado en la Ciudad de México, el cual se distingue por su espectacular arquitectura y por resguardar los restos de personajes queridos por la sociedad mexicana como lo son Cantinflas, Pedro Infante, Tin Tan, Pedro Armendáriz, entre tantos otros.
El Panteón de Dolores, ubicado en el pueblo mágico de Jerez en Zacatecas, cuenta con un valor estético e histórico por sus mausoleos y tumbas, en el que se combinan los estilos artísticos surgidos en el siglo XX, lo que lo vuelve un atractivo turístico para visitar el Día de Muertos.
El Panteón San Fernando, es otro de los camposantos atractivos para visitar el Día de Muertos, y se encuentra en la Ciudad de México, donde es operado como un museo que ofrece visitas guiadas. Cabe señalar que en este lugar reposan los restos de Benito Juárez y Francisco González Bocanegra.
El Panteón Inglés no solo es un camposanto que suele recibir visitas foráneas el Día de Muertos, sino que además es Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO. Está ubicado en Real del Monte, Hidalgo.
