Esta especie es considerada por los expertos como un excelente ejemplo de los beneficios que las frutas pueden aportar al cuidado de nuestra salud
Por: Luis Flores
El llevar una buena alimentación es fundamental para mantener una buena salud y es por eso que recomiendan mantener una equilibrada y con productos que ofrece la naturaleza. Frutas y verduras se encuentran entre las predilectas para acompañar nuestra dieta, ya que tienen un alto aporte de vitaminas, minerales y proteínas que nuestro organismo necesita.
Según expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre estos alimentos, que son ricos en vitaminas y minerales esenciales, aparece la sandía que es considerada como un excelente ejemplo de los beneficios que las frutas pueden aportar al cuidado de nuestra salud. La sandía tiene un alto contenido de agua y sales, por lo que es perfecta para mantener la hidratación en nuestro cuerpo y una forma deliciosa de consumir agua.
BENEFICIOS
La sandía está repleta de antioxidantes, como el licopeno, que protegen las células del daño causado por los radicales libres y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, es una fuente de vitaminas clave, como la vitamina A y la vitamina C que fortalecen el sistema inmunológico, evitando enfermedades estacionales y también tienen efectos beneficiosos para la salud ocular.
La OMS recomienda consumir al menos cinco porciones de frutas al día y la sandía, en particular, ha demostrado ser beneficiosa en cantidades moderadas, y un estudio sugiere que una ingesta diaria de entre 125 gramos y 162 gramos puede aportar mejoras en la salud, incluido un aumento en el magnesio, potasio y vitamina A, así como una dieta más equilibrada.
De esta manera, no quedan dudas de que es una de las frutas más nobles y con grandes beneficios para nuestra salud que podemos combinar de diversas formas en nuestras ingestas de comidas diarias.
La sandía se encuentra entre una de las mejores fuentes de licopeno, un antioxidante vinculado tanto a la prevención como al tratamiento del cáncer de próstata, aunque los científicos todavía están investigando los detalles de dicha conexión.
