La acumulación de suciedad ocasiona una respuesta deficiente al momento de escribir, es por ello que aquí te decimos lo que tienes que hacer
Por: Luis Flores
Con el uso cotidiano el teclado de la computadora acumula polvo y suciedad. Si eres de las personas que suelen comer delante del ordenador, es probable que las migajas y restos de alimentos queden atrapados entre los botones.
También con el roce constante de nuestros dedos algunas de las teclas se ponen pegajosas y posiblemente comiencen a fallar. Estas son señales claras de que debemos darle mantenimiento.
¿CADA CUÁNTO HAY QUE LIMPIAR EL TECLADO?
La acumulación de suciedad ocasiona una respuesta deficiente o retardada al momento de escribir. La mayoría de las personas creen que se ha descompuesto, pero la solución del problema es más sencilla de lo que parece, se debe limpiar.
De acuerdo con HP, los dos tipos de teclados más comunes son los mecánicos y de membrana. El primero es el que comúnmente encontramos en ordenadores de escritorio y portátiles, mientras que el segundo se destina para gamers.
CLARIDAD
Antes de realizar la limpieza, supervisa el estado de los cables y que no haya roturas. Si este es el caso, deberás reemplazar aquellas piezas que ya no sirven para solucionar la ralentización en el tiempo de respuesta.
Microsoft recomendó limpiar el teclado una vez al mes, aunque la frecuencia dependerá del uso y los hábitos que tienes al momento de trabajar, tomar tus apuntes de clase o jugar videojuegos.
¿CÓMO SE PUEDE LIMPIAR EL TECLADO DE LA COMPUTADORA?
Para eliminar la suciedad del teclado no es necesario desmontar la carcasa, pero sí es importante prestar atención a los materiales con los que le damos mantenimiento.
Por ejemplo, no apliques agua, jabón o cualquier líquido de manera directa, y tampoco introduzcas objetos metálicos entre las teclas.
De acuerdo Microsoft, lo único que necesitas es un paño de microfibra, solución de alcohol isopropílico, un pincel de cerdas suaves y aire comprimido o una perilla de goma nasal. Con los recursos en mano, realiza este procedimiento:
- Coloca el teclado boca abajo y dale golpes suaves para expulsar las partículas, migajas y polvo.
- Usa una lata de aire comprimido o la perilla de goma para “aspirar” entre las teclas y sacar la suciedad.
- Repasa los huecos entre los botones con ayuda del pincel.