Destacó que, a pesar de la dificultad para llegar a estas personas, la presencia de la acción militar parece ser el factor que más los retrae
Por: César Omar Leyva
El Cardenal Felipe Arizmendi, Obispo Emérito de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, reveló en una columna reciente que se reunió con un líder criminal local para instarlo a abandonar sus actividades ilícitas.
En su relato, compartido con ACI Prensa, Arizmendi explicó que solicitó la reunión en tres ocasiones hasta ser recibido por el líder de un grupo armado involucrado en la extorsión.
Durante el encuentro, el Cardenal intentó persuadir al criminal a cambiar de vida, aunque el líder no atendió su consejo. Arizmendi destacó que, a pesar de la dificultad para llegar a estas personas, la presencia de la acción militar parece ser el factor que más los retrae.
Este tipo de encuentros no es nuevo en la Iglesia Católica. En febrero de 2024, los obispos del estado de Guerrero se reunieron con miembros del crimen organizado para intentar traer la paz en una región marcada por la violencia. Aunque no se alcanzó una solución inmediata, la intervención ayudó a generar una tregua temporal.
CRÍTICAS Y DUDAS SOBRE LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD EN MÉXICO
La estrategia de seguridad implementada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, conocida como "abrazos, no balazos", fue ampliamente criticada debido a los altos índices de criminalidad, con un récord de homicidios durante su administración.
Con la llegada de Claudia Sheinbaum al poder, la incertidumbre sobre la continuidad de esta estrategia sigue latente, ya que en los primeros meses de su gobierno se han registrado más de 10 mil homicidios.
Ante este panorama, Arizmendi mencionó que ya se percibe un cambio en la estrategia de seguridad del gobierno actual, con la esperanza de que sea más efectiva. Sin embargo, también advirtió que, si el ejército no toma medidas contundentes, los grupos criminales seguirán impunes, poniendo en riesgo a la población.
El Cardenal finalizó su intervención con un llamado a la oración y a la acción, instando a las autoridades a encontrar soluciones efectivas para proteger a la ciudadanía y controlar la violencia en el país.