¿Cada cuándo se debe lavar la ropa de cama y por qué? Esto sabemos

Dormir en una cama limpia es una experiencia incomparable, fresca, reconfortante y sin la preocupación de bacterias, ácaros y hongos

Por: Luis Valenzuela

Considerando que pasamos al menos un tercio de nuestra vida en la cama, el cuidado adecuado de la ropa de cama se vuelve esencial no solo para mantener la frescura del ambiente, sino también para preservar nuestra salud.

Después de todo, lo que parece un santuario de descanso puede fácilmente convertirse en un caldo de cultivo para bacterias, ácaros y hongos si no se mantiene una adecuada higiene.

¿CUÁL ES LA FRECUENCIA IDEAL PARA LAVAR LA ROPA DE CAMA Y POR QUÉ ES TAN CRUCIAL

Almohadas y Edredones:

Las almohadas y edredones son elementos esenciales para nuestra comodidad en la cama, brindando apoyo y calor cuando más lo necesitamos, sin embargo, también son propensos a acumular bacterias y células muertas, lo cual puede afectar nuestra salud si no se lavan con regularidad.

Se recomienda lavarlos al menos dos veces al año, preferiblemente con el cambio de temporada, para mantenerlos frescos y libres de gérmenes; aunque es posible lavarlos en casa, las piezas más grandes pueden requerir los servicios de una tintorería especializada.

Sábanas:

Las sábanas son un refugio perfecto para una variedad de elementos no deseados, desde células muertas de la piel hasta ácaros del polvo y gérmenes; la frecuencia de lavado depende de varios factores, como la presencia de mascotas en la cama, alérgicos en el hogar o enfermedades infecciosas.

En general, se recomienda lavar las sábanas una o dos veces por semana con agua caliente y jabón neutro, seguido de un ciclo de secado para eliminar ácaros y polen; en cuanto al planchado, este es opcional, pero, puede ayudar a mantener las sábanas suaves y libres de arrugas.

ELIMINACIÓN DE ÁCAROS Y HONGOS:

Aunque el lavado regular puede ayudar a reducir la acumulación de ácaros y hongos, no siempre es suficiente para eliminarlos por completo; se ha demostrado que la exposición al calor, ya sea a través de la secadora o la luz solar directa, es efectiva para desinfectar la ropa de cama.

Se recomienda un ciclo de secado de al menos 28 minutos para garantizar la eliminación de virus y bacterias, y en ausencia de una secadora, tender la ropa al sol puede proporcionar una desinfección natural gracias a la luz ultravioleta.

LAVADO DE ROPA DE CAMA NUEVA:

Es importante destacar que, al igual que la

ropa de uso personal

, la

ropa de cama

nueva también debe lavarse antes de su primer uso; esto se debe a la posible presencia de residuos químicos, suciedad y contaminantes que pueden acumularse durante el transporte y almacenamiento en la tienda, y lavar la ropa nueva garantiza una experiencia de sueño más segura y saludable desde el principio

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