Así puedes evitar enfermedades respiratorias por el cambio de clima

El descenso de temperaturas, aunque sea mínimo, ocasiona un aumento en los casos de personas enfermas de tos o influenza

Por: César Omar Leyva

En este mes de septiembre, en Sonora comienzan los primeros descensos de temperatura, que, aunque son leves, pueden ser causantes de enfermedades respiratorias en gran parte de la población, sobre todo en aquellas personas que tuvieron COVID-19 y padecen sus secuelas.

La mayoría de los virus y bacterias que causan las enfermedades infecciosas se transmiten a través de partículas expulsadas al toser o estornudad. Se pueden pasar de persona a persona o infectarse al tocar algo que tenga microbios y después tocarse la boca, nariz u ojos.

En esta temporada donde comienzan a bajar las temperaturas es nuestro deber prevenirnos de las inclemencias del tiempo para evitar gripe, resfriados, influenza y demás enfermedades respiratorias, y sobretodo evitar contagios.

Si bien es cierto que mientras más baja sea la temperatura, pasamos más tiempo bajo techo y menos bajo el sol. Expertos comentan que esto causa que nuestros niveles de vitamina D comiencen a bajar y por lo tanto estamos más expuestos al contagio de virus de persona a persona.

¿POR QUÉ NOS ENFERMAMOS CON EL CAMBIO DE CLIMA?

La aparición del frío y la bajada de grados provoca que nuestros tejidos trabajen para controlar la temperatura y evitar infecciones. Los cambios climáticos hacen que nuestra piel, vasos sanguíneos, pulmones e, incluso, los huesos, sufran, especialmente en los casos de personas más sensibles o con dolencias en sus articulaciones.

“Las enfermedades respiratorias son más frecuentes en invierno por la bajada de las temperaturas, que afectan el sistema de humidificación y calentamiento del aire que respiramos por vía nasal”, afirma Jenny Dávalos Marín, miembro del Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.

La experta detalla que esto “puede provocar parálisis o disminución de la movilidad de los cilios o pequeños ‘pelillos’ de nuestro epitelio nasal y traqueo bronquial, que contribuyen a la movilidad del moco y a la lucha contra los virus que se introducen en nuestro sistema respiratorio. 

ACCIONES PARA PROTEGERTE DE ENFERMEDADES RESPIRATORIAS

  • Evita los cambios bruscos de temperatura, cúbrase la nariz y la boca al salir de lugares cerrados.
  • Mantén los esquemas de vacunación completos, sobre todo en menores de cinco años y personas adultas mayores.
  • Conserva los entornos limpios y ventilados.
  • Duerme las horas adecuadas, no descansar apropiadamente puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades.
  • Lava tus manos con agua y jabón frecuentemente.
  • Sigue una alimentación balanceada, incluyendo frutas y verduras ricas en vitaminas.
  • Abrígate de forma adecuada según el clima.
  • Evita los ambientes con humo de cigarrillo.
  • De ser posible, mantén a niñas/o y personas adultas mayores alejados de personas con síntomas de enfermedades respiratorias.

¿QUÉ DEBES HACER SI ESTÁS ENFERMO?

  • Porta cubrebocas para evitar contagiar a más personas
  • Cúbrete al toser o estornudar
  • Ingiere abundantes líquidos
  • Mantén distancia física
  • Si son niños y niñas en edad escolar, trata de no enviarlos a clases
  • Evita automedicarte.

Algunas enfermedades respiratorias pueden atenderse en casa, pero es necesario estar pendiente señales de alarma como: asfixia o dificultad para respirar, respiración más rápida y frecuente de lo normal, dolor de pecho al respirar o toser, decaimiento o cansancio excesivo o fiebre de difícil control mayor de 38°C durante más de tres días. Si presentas alguna de estas señales, debes acudir a un centro médico para recibir atención.

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