Es muy común que una vez que las personas se han percatado de este desperfecto en los pisos, simplemente se resignen a que este daño permanecerá
Por: Luis Flores
La limpieza del piso en el hogar siempre suele ser un gran desafío, pues en esta superficie se suele acumular todo tipo de suciedad de una manera muy rápida, lo que propicia que se generen manchas de difícil solución ante las cuales se debe de invertir mucho tiempo y esfuerzo para su remoción.
Una de las peores problemáticas que se pueden encontrar en el piso de los hogares es la formación de manchas amarillas, las cuales suelen incrustarse tan fuertemente en la superficie que no importante por cuánto tiempo talles, a menudo esta suciedad simplemente no se removerá.
DESPERFECTO
Es muy común que una vez que las personas se han percatado de este desperfecto en los pisos de su hogar, simplemente se resignen a que este daño permanecerá, pues parece imposible de eliminar, sin embargo, no hay razón para llegar a esto, pues aplicando los ingredientes correctos es posible remover esta suciedad de manera definitiva o al menos disminuir el daño.
De esta manera, para ayudarte con este tipo de daño en caso de que alguna parte del piso de tu hogar cuente con él, el día de hoy te traemos un trucazo con el que podrás remover estas fastidiosas manchas amarillas de una vez por todas.
TRUCO PARA ELIMINAR LAS MANCHAS AMARILLAS DEL PISO
Para remover esta suciedad fuertemente incrustada en los pisos de tu hogar te recomendamos realizar lo siguiente:
Remojo
Antes de comenzar a frotar los pisos, es esencial que apliques alguna técnica de remojo, para esto te recomendamos que mezcles partes iguales de agua caliente y vinagre blanco en una cubeta para luego añadir un chorro de jabón para trastes y mezclar perfectamente.
Una vez que tengas lista la mezcla, viértela sobre la zona del piso en donde se encuentran las manchas amarillas y deja en remojo durante unos 10 minutos (o el tiempo que tarde en entibiarse el agua).
Momento de frotar
Cuando haya pasado el tiempo indicado y la mezcla ya esté tibia, añade un poco más de jabón para trastes y comienza a frotar la superficie con una escoba con cerdas duras o, si te es posible, con una esponja metálica. Frota vigorosamente hasta que la suciedad se haya removido y, si notas que aún no has llegado al resultado deseado, puedes aplicar una vez más este truco.
