Caso de motociclistas
Por: Gerardo Armenta
Por lo visto y sabido, tanto en Ciudad Obregón como en Navojoa el problema de los motociclistas que tripulan sus unidades como alma que lleva el diablo, y muchas veces sin documentación vial en regla, se mantiene vigente hoy como ayer. A esta conclusión lleva la lectura de materiales periodísticos que tienen que ver con el tema.
En realidad, con renglones como los anteriores se alude a un particular esquema de circulación motora que, a pesar de todos los esfuerzos realizados por las autoridades en la materia, no ha podido ser controlado del todo. No puede negarse que una y otra vez sale a relucir la preocupación de las autoridades de tránsito por imponer orden en este renglón. El asunto al que se alude debe ser un tanto complicado o escabroso, porque hoy como ayer es posible ver calles obregonenses y navojoenses convertidas en auténticas pistas de carreras de motos.
Una descripción como la anterior podría resultar exagerada de buenas a primeras. Pero realmente no lo es. Todo es cuestión de fijarse y atender las informaciones periodísticas que se publican al respecto. En Ciudad Obregón, por ejemplo, las autoridades en la materia han instalado filtros o retenes viales en diversos puntos del municipio.
De acuerdo con Cruz Hernández, jefe de Policía y Tránsito de Cajeme, en los filtros aludidos se ha aplicado un total de 3 mil 65 infracciones que cubrieron un amplio espectro de desobediencia a las normas en la materia: no portar casco de seguridad, conducir a exceso de velocidad, exceder el número de pasajeros en una unidad ligera, conducir y al mismo tiempo hablar por el teléfono celular y, por supuesto, no traer placas de circulación, una falta que no podía faltar.
En una relación de datos como la anterior, no podía faltar el que alude a las motocicletas que cuentan con reporte de robo. Este fue establecido en 50 unidades. Es decir que es posible andar tranquilamente en moto por las calles de Ciudad Obregón, sin importar que sea robada. Tiene que reconocerse que los datos consignados aquí son impresionantes en más de un sentido.
Sin duda, llama la atención el número de más de 3 mil infracciones que se han aplicado a otros tantos conductores por no acatar una u otra de las varias disposiciones de tránsito que son o deben ser ineludibles a la hora de conducir en vía pública unidades de esa naturaleza. Aparte, en Ciudad Obregón hay 250 motos retenidas por las autoridades en espera de que sean reclamadas por sus propietarios. ¿Lo harán? Quién sabe.
Mientras tanto, vale anotar que en Navojoa también hay pormenores sobre esta materia. Por ejemplo, vale la pena registrar que Seguridad Pública Municipal y el Instituto Navojoense de la Juventud, pusieron en marcha un taller denominado Uso Responsable de la Motocicleta.
El taller se organizó para dirigirlo a estudiantes de nivel medio superior con el fin de reducir el registro de accidentes de motocicleta que hay en el ámbito navojoense. Quedó en claro que, de acuerdo con estadísticas, la población entre 15 y 25 años es la que más utiliza las motocicletas y, por ende, donde se tiene un mayor registro de accidentes.
Según datos del área de Seguridad Pública, el 80% de los conductores de tales máquinas no obedece en su totalidad las reglas de tránsito, porque, en principio, no cuenta con licencia, placas o casco. Ante esto, la pregunta no puede ser otra más que la siguiente: ¿Entonces qué andan haciendo arriba de una de esas unidades, cuya debida conducción, aparte, no es cualquier cosa?
La respuesta a la pregunta puede ser o no tan obvia como cada quien quiera asumirla. Pero la verdad es que pormenores como los descritos en los renglones anteriores, inducen a ratificarla convicción pública de que el problema aludido sigue latente en las poblaciones del sur del estado. Queda en buena evidencia que las autoridades de tránsito están haciendo lo posible por someterlo al cumplimiento de elementales normas de conducción vial.
Sin embargo, a la luz de evidencias tangibles en las calles, parecería que no deben permitirse mayor descanso en esa misión. En este contexto, es una intención reconocible fomentar el uso responsable de la motocicleta. Y qué bueno que el Instituto Navojoense de la Juventud haya resuelto sumarse a esta tarea en el ámbito estudiantil de nivel medio superior. Vale hacer votos por el éxito de esta cruzada.
Pero es claro que las autoridades de tránsito no deben permitir que les coman el mandado quienes confunden las calles sureñas con emocionantes y cinematográficas pistas de carreras. No se vale…
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