SIN PODER, SIN ESPOSA, PERO CON DINERO: EL LEGADO DE MARISCAL

Al fin ha llegado el día en el que se acaban los latigazos para Cajeme

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Al fin ha llegado el día en el que se acaban los latigazos para Cajeme, es decir, a la admin­istración municipal actual le toca entregar el mando a la entrante, la cual en este caso será dirigida por el ex alcalde y actual presidente municipal electo, Javier Lamarque Cano.

Sin lugar a duda, esta transición ha sido más esperada que nunca, dado el pésimo ingenio de las autoridades salientes y sobre todo por la so­berbia junto con cinismo con el que ejercieron el poder en el municipio.

Ello no únicamente es criticado por miles de cajemenses, sino que vale la pena reflexionar las reacciones que ha tenido la sociedad en todo el trienio hacia el actuar del Gobierno Municipal saliente, específicamente puntu­alizando las más recientes, pues en todas las redes sociales oficiales se ha visto el fuerte rechazo a la falta de realidad por parte de las autoridades e incluso se han señalado por parte de la población temas como corrupción, impunidad, entre otros.

Ante ello, este alcalde saliente se retira con un gran rechazo por parte de los cajemenses y hasta dentro de su partido, es decir, al ser identificado como un actor "comparsa" de aquellos que tanto dañaron al municipio, Morena ha decidido tomar distancia del presi­dente municipal de Cajeme, al igual que la ex primera dama, Margarita Vélez de la Rocha.

La diputada por representación proporcio­nal ha elegido no continuar el camino de la mano de su esposo, Sergio Pablo Mariscal, de acuerdo con múltiples señalamientos que dicen entre la ciudad y que puntualmente establecen que las malas prácticas del alcalde Mariscal han creado una diferencia de ideas entre él y la ex primera dama, ello sin el afán de señalar hasta un posible divorcio, que ya cabe en la esfera de lo privado.

Entonces, pese a los señalamientos y a lo que dice el pueblo, lo que sí se le puede señalar a este gobierno saliente es la grave crisis que deja en seguridad pública e infraestructura para las futuras generaciones de Cajeme.

Además, la mediocridad con la que el Cabildo gestionó proyectos en favor del municipio, o si quiera se opusiera a las iniciativas del Ejecu­tivo, fue el peor de los malestares, es decir, Mariscal hizo lo que deseó en todo momento.

En ese sentido, el hecho de intentar adjudica­rse el triunfo de la coalición de Morena en las pasadas elecciones demuestra el egocentrismo que nubló su mente durante tres años y que ahora, lo acurrucará en su casa cada día que recuerde el Cajeme que entregó con "mucho orgullo".

"El gran corruptor del hombre público es el ego. Mirar a los espejos distrae la atención de los problemas"-Dean Acheson

Comentarios: hectormanjarrez.r@hotmail.com

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