Se asoma la sequía

En México el agua se utiliza mayormente en la agricultura, representando un total de 76%, mientras el abastecimiento público

Por: Manuel Borbón Morales

Durante los últimos años las noticias sobre la escasez del agua en México se han vuelto cada vez más frecuentes, debido principalmente a la sobrepoblación y la contaminación que generan más de 120 millones de personas que habitan en nuestro país.

En México el vital recurso se utiliza mayormente en la agricultura, representando un total de 76%, mientras el abastecimiento público, la generación de energía y la industria representan un 15% en el uso del agua, por lo que, su escasez representa no solamente un reto para la economía, sino también, para la salud pública y el bienestar directo de los ciudadanos.

En el caso sonorense, las cosas no pintan para nada bien, toda vez que, la mayor parte del territorio de la entidad son zonas desérticas que difícilmente captan el agua suficiente como para abastecer las necesidades naturales y humanas de la región, lo que ha provocado que a lo largo de la historia reciente del estado se hayan vivido verdaderas crisis derivadas de estos fenómenos, destacando los periodos de sequía de 2003, donde el conocido como “Granero de México”, es decir, el Valle del Yaqui, vivió uno de sus momentos más críticos, asimismo, en 2012 y por último en 2022, donde el fantasma de los tandeos y la cancelación de cultivos, se asoma nuevamente con serias posibilidades de convertirse en una realidad si las condiciones meteorológicas no mejoran.

Actualmente el sistema de presas de la Cuenca del Río Yaqui integrado por las presas de La Angostura, El Novillo y Oviáchic, se encuentran a un 21.4% de su capacidad de almacenaje, destacando el caso de la presa Angostura, la cual se encuentra al 15.3% de su capacidad, representado en conjunto un total de 1,489.9 millones de metros cúbicos según el último reporte del Distrito de Riego del Río Yaqui, lo que representa un total de 919.4 millones de metros cúbicos menos que en la misma fecha del 2021.

Evidentemente, la escasez de agua en Sonora ha generado estragos difíciles de resarcir, ya que, solamente durante 2021 la falta de agua provocó la reducción del 50% del hato ganadero en la entidad, de igual forma, en el sector agrícola se estima que las pérdidas superaron los 900 millones de pesos.

Ante esta situación, los gobiernos han decidido emprender diversas políticas públicas con la finalidad de mitigar los estragos que genera la falta del vital líquido, entre las que destacan, los tandeos a vivienda, bombardeo a nubes con yoduro de plata para incentivar la lluvia, entre algunas otras. Sin embargo, el problema de la escases de agua radica en que, dicho recurso es finito e insustituible, es decir, no se puede generar más agua de la que ya hay, por lo que, atacar los efectos y no las causas solo ha provocado la postergación del problema para las generaciones futuras, incluso si agregamos a lo anterior la agravante de tener organismos operadores del agua deficientes y controlados por intereses políticos como en el caso del Oomapas de Cajeme donde las deudas ascienden a más de 965 millones.

Por lo tanto, si queremos resolver el problema a futuro, es necesario pensar en soluciones ligadas a la correcta administración de este recurso, el uso de la tecnología y la concientización del uso del agua en actividades agrícolas, el hogar y la industria; de lo contrario las nuevas generaciones verán su futuro comprometido ante la ausencia del líquido de la vida.

borbonmanuel@gmail.com

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