El efecto positivo que en la región, por las siembras, con rendimientos y precios positivos, se manifiestan en empleo y el beneficio a otras sectores
Por: Mario Saucedo Gómez
A veces resulta interesante escuchar cómo algunas personas elaboran en una mesa del análisis, una historia imaginaria de que no pasa nada, cuando llegan a saber que no habrá siembra de granos.
Y lo interesante de las historias, es el por qué no habrá efectos negativos si no se siembra en diferentes regiones del país, es porque de la forma como la cuentan, servirían como excelentes guiones de películas.
Pero resulta que las sociedades de varias regiones agrícolas, su principal ingreso directo e indirecto es la producción primaria y esa no es una fantasía y todavía más su desarrollo va en ello.
Y el argumento principal del desconocimiento de lo que es el desarrollo económico de una región productiva, es que se alcanza a decir que no es la primera vez que no se sembrará y no habrá problema.
Lo que hace este desconocimiento de la realidad es que las ciudades y comunidades que dependen de la agricultura, tenderán a detener el tiempo en su desarrollo y con una situación económica crítica.
Y será ahí donde las necesidades del desarrollo social de las comunidades serán más apremiantes para su atención y se agudizarán si no se logran atender con oportunidad.
Lo que hace que se realice una evaluación de los efectos que tendrá la falta de producción agrícola, para determinar cómo impactará en toda la sociedad y establecer las medidas necesarias.
Porque siempre el efecto positivo que se tiene en la región por buenas siembras con rendimientos y precios positivos, claramente se manifiestan en el empleo y en el beneficio a otras actividades.
Y cuando es problemática la producción y la comercializacion, el efecto negativo repercute en el que siembra, en la cartera crediticia, el empleo y el cierre de negocios como ocurre.
Lo que hace que los efectos negativos en la agricultura no sean indiferentes, a la mayoría de la población porque esa baja de la economía también les llega y ellos no reciben apoyos.
¿Y se va a sobrevivir por lo que pasa hoy en la agricultura?, ¿es cierto que no se sembrará por la carencia de agua?, ante eso no hay defensa, solamente serán los apoyos los que minimizarán una parte.
Donde el objetivo de trabajar y producir cada vez más agricultura en una región, es que su sociedad avance en su desarrollo económico y social para tener mejor calidad de vida.
Que ciertamente que afectara más a las regiones que todavía no han alcanzado a desarrollar industria de transformación, que mayormente sí les impactará a los que están sólo con la intención.
Y se debe de tomar en cuenta de que, si esas situaciones son recurrentes, por este motivo u otro, sería necesario la aplicación de planes alternativos, para evitar que las regiones se regresen al pasado.
Porque se puede decir que es un ciclo el afectado y de alguna manera puede existir recuperación en el siguiente, pero no es así porque las actividades económicas y sociales no se recuperan con decirlo.
Necesariamente se debe de pensar en acciones alternas que vayan más allá de una cantidad de dinero por hectárea y para empleo temporal, porque eso no evita el retroceso en las regiones y sus ciudades.
Si realmente lo que se busca es hacer que los municipios y ciudades tengan mejor calidad de vida, se debe de dejar de lado el decir que no afecta el dejar de producir agricultura.
Porque además de los cambios en el clima, está la producción global, que ha visto a México como un amplio mercado de productos agrícolas y eso afecta a los productores nacionales.
DEL ESCRITORIO
Con muchas esperanzas de que el Buen Fin, tenga importantes resultados este 2024, manifiestan los comerciantes a nivel nacional y esperan una derrama económica de 165 mil millones de pesos, lo que lograría un aumento del 10% con respecto al año anterior...Casi casi se llega el tiempo, cuando de forma recurrente cada año la inflación se mueve a la alza por la demanda de bienes y servicios en este terminar del año y es de siempre...Al parecer no quedará descobijada la construcción de la infraestructura que necesita el país en el presupuesto federal 2025, considerando que es necesaria para impulso del desarrollo nacional.