El problema no es nuevo, solo ha crecido exponencialmente porque no se le ha entrado de frente por la falta de oportunidades...
Por: Jesús Huerta Suárez
Sinceramente,no creo que el Presidente López Obrador sea cómplice directo o socio del crimen organizado o de los cárteles de la droga en México, pero sí creo que más de un grupo de delincuentes lo debe tener amenazado a plata o plomo; es decir, o “jalas” con nosotros y nos dejas trabajar o te quebramos a ti o tu familia. Sospecho que así debe estar la situación, porque no creo que el presidente quiera pasar a la historia como alguien que no hizo nada, ni siquiera prevenir la delincuencia o trabajar duro por la seguridad de los mexicanos.
Si además de las amenazas, le súmanos que el gobierno no tiene ninguna estrategia alguna de seguridad y que al Ejército nacional lo puso a hacer otras cosas, el resultado es el que estamos viviendo:ríos de sangre, levantones, extorsiones, ejecuciones y demás crueldades que este monstruo de las mil cabezas a diario nos receta a lo largo y ancho de la República.
Sí, el problema no es nuevo, solo que ha crecido exponencialmente, porque no se le ha entrado de frente por no tener aptitudes, por la falta de oportunidades que “obligan” a muchos a entrarle a la delincuencia y, todavía el presidente, sin pudor alguno pondera que su estrategia por la seguridad es de “abrazos, no balazos”, lo que se interpreta, desgraciadamente, como que en este gobierno “hay luz verde para delinquir”.
Los abrazos, no balazos, supongo que aplicarían en una sociedad del primer mundo o en una comuna hippie, pero no aquí en México, en donde la pobreza avanza cada día más y la educación se aleja cada día más.
Ahora, todo está más complicado, las inversiones se van, los empresarios temen, la inflación crece y crece, las cortinas de humo cada vez más constantes y espesas, el odio entre los que aman ciegamente al presidente y desprecio de quienes lo detestan visceralmente aumenta cada vez, los medios de comunicación que no ayudan a fomentar los valores cívicos y la falta de estrategias del gobierno, nos están pegando, al grado que empresarios y ganaderos de Veracruz ya se levantaron en armas creando su propia auto defensa y, ya verán, cundirá en otras parte de la República, ya que muchos están dispuestos a ofrendar su vida para defender a su familia y su patrimonio.
Sí, gobernar es muy difícil y obliga a ser valiente, pero cada vez más los gobernantes ven el servicio público como fuente de riquezas y nada más y, si a la corrupción le sumas la ineptitud, la ruina y la maldad, surge un caldo de cultivo más tóxico que el mismo azufre.
Por ejemplo, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, está proponiendo diez años de cárcel para el periodista que publique imágenes sobre asesinatos u actos de violencia, pero ¿crees que esto sirva de algo? ¡No!, esto es sacarle la vuelta a la gravedad del asunto, y esconder la cabeza como los avestruces. El problema nos son las fotos, el problema es la cruda realidad.
Vale 1000 veces estar informados sobre el acontecer diario, aunque nos duela y preocupe, que vivir en un mundo de caramelo como ellos lo quieren para que no los juzgues y les digas que no están cumpliendo.
Entonces, qué: ¿plata, o plomo, o qué vamos a hacer?