A decir de Carlos Slim, México está preparado para crecer económicamente pues el camino está trazado; entre los objetivos: invertir más como mexicanos
Por: Mario Saucedo Gómez
Uno de los objetivos de todos los gobiernos en el México de siempre, es el crecimiento económico, para que el país se posicione como una buena economía que logre el bienestar de toda la sociedad, que en la mayoría de los años no ha pasado de estar por encima del punto de equilibrio en la producción de bienes y servicios del país, y eso no ha ayudado lo suficiente para pasar a nación desarrollada.
Y aunque el crecimiento económico encierra las características de desarrollo tecnológico, inversión, capital físico, humano, apertura comercial, seguridad, Estado de Derecho y paz y libertad, podemos ver que cada uno de ellos está presente en la vida económica y social del país, pero no en la plenitud que se requiere para considerar que ya es para crecer en niveles por encima del 6.0 por ciento.
Hoy en día, el empresario Carlos Slim comenta que ya México está preparado para crecer económicamente en 6% dentro de unos años, al considerar que el camino del trabajo y la inversión ya está trazado.
Que entre los objetivos para alcanzar ese propósito sería el de invertir más como mexicanos, inversión de empresas americanas, así como coinversión, para lograr un proceso de más integración, porque esto le permitiría al país una participación más nivelada en su participación que ahora tiene con los dos socios comerciales del norte, que su crecimiento y desarrollo es superior.
Y otro objetivo por alcanzar sería el de incrementar el porcentaje de inversión en el Producto Interno Bruto (PIB), que hoy en día está en 24% que al llegar al 30% alcanzaría a crecer rápida y sostenidamente, obviamente, sin olvidar la búsqueda permanente del bienestar, oportunidades, seguridad, educación, salud, adecuada jubilación y necesariamente tranquilidad y paz social.
Es real que, para lograr crecimiento económico en el país se deben de tener todas las variables atendidas a satisfacción y en ello se ve lo correspondiente a los tres sectores productivos.
El avanzar económica y socialmente, como se manifiesta, necesariamente se logrará romper la barrera del subdesarrollo, que siempre se ha buscado, pero nunca se ha alcanzado.
Hoy, en este fenómeno del nearshoring, México tiene la oportunidad de que las empresas extranjeras puedan fabricar sus productos y componentes, considerando que la mano de obra es más barata.
Se observan desde, hace bastantes años, la estabilidad laboral y la estabilidad política en el país, pero donde no ha logrado avanzar de manera consistente, es en la estabilidad económica.
Y hoy, las características que presenta el país en sus indicadores y la oportunidad de atracción de mayores flujos de inversión con la relocalización de empresas es su tiempo del salto a potencia mundial.
Y al considerarse el nombre de potencia mundial estaría considerándose a México, en el mediano plazo, como una nación desarrollada, como siempre ha sido el objetivo de la sociedad mexicana.
Que, viendo estas consideraciones de crecimiento económico con la óptica política como muchas veces ha sucedido, a veces logra desalentar la participación empresarial en este proceso y no se logra el objetivo, porque uno de los ingredientes, no mencionado en las teorías económicas para alcanzar los objetivos de crecimiento económico de un país, es la unidad de todos sus habitantes en lo que les corresponde.