No tiene nada de malo ser centro

Rumbo a los próximos comicios que habrán de llevarse a cabo en el país (2024)

Por: Héctor Manjarrez Rubalcava

Se habrán de disputar los cargos más importantes para toda administración pública, es decir, la composición del poder Ejecutivo y el Legislativo (ambas cámaras), definitivamente la elección más esperada e incluso la que conlleva más participación electoral. En ese sentido, en los últimos días se han destacado en las noticias los famosos “destapes” entre los partidos de gobierno (Morena, PT y PES), así como uno que otro de la oposición (PAN, PRI, PRD), lo cual ha promovido una intensa discusión por los diversos perfiles que se han puesto “sobre la mesa”.

Por ello, entre los más importantes del partido en gobierno resaltan, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Ricardo Monreal, de los cuales, según las últimas cifras, se presenta un empate técnico entre el canciller y la jefa de gobierno de la Ciudad de México. Ahora bien, por parte de la oposición, tanto los perfiles que ha “destapado” el mismo presidente, así como algunos que han alzado la mano entre los múltiples grupos políticos destacan, Ricardo Anaya, Juan Hicks, Alejandro Moreno, LillyTéllez y Enrique de la Madrid, todos integrantes en su mayoría del PAN.

El punto para debatir ha sido la polarización que se ha generado en la discusión nacional, ya que se ha promovido campañas negras de odio en contra de ambas partes y muy seguramente, generada por ellos mismos. En consecuencia, esta polarización trae consigo un ambiente “tóxico” para el gran grupo electoral de centro ideológico político de este país, es decir, ciudadanos que no tienen una afiliación hacia una corriente política pero que desean a través de la diversidad de propuestas, realizar un análisis a detalle de las mejores en favor de la comunidad sin tener alguna inclinación previa por conveniencia personal. 

Ante ello, considero que esta división en la sociedad promovida por los mismos personajes políticos más que generar una atractiva propuesta para los electores, al contrario, genera la apatía de participar en el ejercicio democrático y a su vez, impulsa la desconfianza de los ciudadanos hacia las acciones y proyectos de la administración pública.

En conclusión, aunque bajo el esquema de “circo, maroma y teatro” varios partidos políticos han logrado tener grandes logros, no se debe de dejar de lado que existe un muy fuerte grupo electoral que desea escuchar y observar propuestas concretas, formales y con una visión como la que necesita el país, no únicamente inventar falacias atractivas que se terminan convirtiendo en el solipsismo, es decir, acciones o proyectos sin significado o visión a futuro para otorgar continuidad al impacto positivo en la comunidad.

“La política es como patinar sobre ruedas, se va en parte a donde se desea, y en parte a donde le llevan esos patines”-Anónimo

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