Mario Vargas Llosa sus ideas en la actualidad

Fue ganador del Premio Nobel de literatura en 2010; gustaba de participar en coloquios y eventos literarios de diversos tipos

Mario Vargas Llosa sus ideas en la actualidad

Mario Vargas Llosa fue, tal vez, el último escritor de lo que se conoció como el "boom latinoamericano", un término que se refiere a un éxito o auge repentino de algo, en este caso de la novela en América Latina, con figuras como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y en México, Carlos Fuentes, entre otros exponentes principales.

Cada uno de estos escritores tiene una gran cantidad de obras literarias, conocidas, leídas y vendidas a nivel internacional, aunque generalmente se les asocia con una o dos de ellas. En el caso de García Márquez, por supuesto, con "Cien años de soledad"; a Carlos Fuentes, con "La región más transparente", o "La muerte de Artemio Cruz"; en el caso de Cortázar, con "Rayuela".

Al mencionar a Vargas Llosa, en cambio, se recuerdan novelas como "Conversaciones en la Catedral", "La ciudad y los perros", "La tía Julia y el escribidor" o "La guerra del fin del mundo", esta, por cierto, es la primera publicación del escritor peruano que me tocó leer, descubriendo en ella, una obra extensa, ambiciosa en su narrativa, donde se contraponían la modernidad y el fanatismo, así como las posiciones encontradas de mucho tiempo, entre ricos y pobres.

Ganador del Premio Nobel de literatura en 2010, el novelista gustaba de participar en coloquios y eventos literarios de diversos tipos. Recientemente se ha recordado cuando en 1990, Octavio Paz convocó a escritores e intelectuales de varias partes del mundo a exponer en México sus ideas sobre un mundo libre, a partir de la caída del muro de Berlín, un año antes. En esa ocasión, Vargas Llosa comentó que México podría considerarse una dictadura perfecta, donde no era un solo hombre el que mandaba indefinidamente, sino un partido, pero que aun así, el régimen político mexicano mostraba características similares a otras dictaduras que habían tenido lugar en Latinoamérica.

Octavio Paz, que años antes había criticado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), en su libro "Posdata", de 1970, en el cual dedicada una parte de este a hacer un análisis de la matanza de Tlatelolco en 1968. Veinte años después, sus posturas hacia el PRI habían cambiado un poco, porque entonces esperaba una mayor flexibilidad política del partido hegemónico que encaminase al país hacia la democracia.

Por esto, hubo ciertas discrepancias entre el organizador del evento y el escritor peruano, que llevó a este a abandonar el país al día siguiente. En México se decía que el Gobierno lo había invitado a retirarse de la nación, aunque esto no quedó del todo claro. Otro suceso muy recordado fue que, al ganar el Premio Nobel, en Cuba le pidieron que donara el dinero obtenido por dicho galardón al Partido Comunista, a lo que Vargas Llosa se negó y ello tuvo como consecuencia una ruptura con autoridades de la isla. Más recientemente, hizo críticas a la situación de México actualmente, al considerar que se vive un populismo exacerbado, muy peligroso para la democracia y el estado de derecho. Igualmente, hizo comentarios sobre el régimen político en China. Todo esto tuvo como consecuencia el ser rechazado y denostado en ambos países sin presentar, por cierto, argumentos de fondo o un debate serio de ideas.

Vargas Llosa pensaba que el arte y la cultura no habían logrado tener un impacto fuerte en la sociedad latinoamericana actual, donde los jóvenes y gran parte de la sociedad, se alejaba de lo cultural y solo deseaban pasarla bien, sin preocupaciones profundas. Incluso, tuvo un debate al respecto con Gilles Lipovestky, en la que, ciertamente, el filósofo francés, muy probablemente por su formación académica, demostró tener un concepto más preciso sobre los alcances del arte y la cultura en la actualidad.

De cualquier forma, el escritor peruano había señalado con certeza que parte de la sociedad actual se mueve entre lo superficial y el desprecio a un conocimiento más profundo. Además, se mostró constantemente como un personaje liberal y afecto a la democracia, a pesar de fuertes rechazos por parte de gobiernos contrarios a estas posturas. Ahora, sus obras serán releídas y vueltas a analizar, así como sus ideas políticas, algo importante en momentos en que la libertad de pensamiento y la democracia son valores por lo que se debe seguir luchando cada día.