Apenas ayer hablábamos de los retos de un alicaído PRI en Cajeme, Sonora y México, cuando Anabel Acosta Islas
Ex candidata priista a la Alcaldía de Cajeme, anuncia su incursión a Morena, esa alianza conocida hoy ya como Primor.
No dejan de tener razón los que, como la regidora y Eduardo Zamora Valenzuela, dirigente de la Vieja Guardia Agrarista, consideran que las cúpulas priistas, engolosinadas con el poder, han dejado de lado a la militancia y se han dedicado solamente a recoger los frutos de sus relaciones políticas.
Es por eso que desde hace varios años comenzó la fuga de miembros del PRI hacia otras instancias, como el PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y hoy con el partido de moda: Morena.
No porque sea uno, dos o tres los que sigan a Acosta Islas hacia Morena, lo podemos considerar como algo menor.
El hecho de separarse del PRI ya marca un duro impacto al tricolor, aunque lo nieguen quienes sostienen que la ex Senadora poco aportó al priismo, pero escondiendo que los “mandones” en el PRI son los que dictaron quién ganaba o quién perdía en las candidaturas y las elecciones y a ella, definitivamente, la abandonaron a su suerte.
Los altos mandos de Morena se empeñan hoy en crear la percepción de que ese partido se está fortaleciendo, como lo demuestra el hecho de que la filtración de la información provino de fuentes gubernamentales, no del partido, con lo cual a nadie engañan.
Pero se tiene conocimiento de que los honores concedidos a Acosta Islas en su ingreso no causaron la menor gracia en la militancia morenista, que también está sintiendo, como los priistas, que la cúpula partidista está abandonando a su muerte a los verdaderos miembros de la organización.
En las redes sociales, por ejemplo, se alcanzaron a leer varios mensajes de protesta contra quienes aceptaron la inclusión de la ex priista:
“No cabe duda que para ver cosas como ésta, se necesita mucho estómago para no vomitar del asco de lo que pasa con nuestro partido de Morena...lo han convertido en burdel, donde se prostituyen a placer unos con los otros”, se lee en algunos contenidos en las redes sociales.
Otros más:
“Cómo le gusta a Morena recibir a los mismos enemigos políticos. Ellos mismos le dicen traidores venden patrias y ellos mismos los reciben. Ya no es de confiar Morena. Al final de cuentas siguen estando los mismos políticos de siempre, corruptos, ratas, pero con otro nombre. Y dicen los de Morena fuera el PAN fuera el PRI y de ellos está lleno Morena. La misma gata pero más revolcada”.
Y fueron más allá:
“Es hora de que se unan y los expulsen del partido. Esos neomorenacos son como las sanguijuelas, se están chupando todo ($$$$) lo que le corresponde a los realmente morenos.
“Militantes y simpatizantes de Morena exigen la destitución de David Mendoza del estatal por dejar entrar a gente traicionera y corrupta”.
Son, pues, las expresiones de morenistas que esperaban una verdadera transformación en México y Sonora, pero se están decepcionando porque no ven los resultados esperados sino todo lo contrario.
Hay versiones de que a partir de hoy muchos verdaderos militantes se reunirán para adoptar estrategias contra su dirigencia y el gobierno estatal, pues consideran que desde ahí están saliendo las órdenes en torno a todo lo que está sucediendo en su partido.
De una cosa sí hay que cuidarse: de la regresión democrática del país. A nadie le conviene que haya un monopartidismo o un presidencialismo como en los viejos buenos tiempos del PRI.
Y de la sociedad depende evitar ese atraco a la vida institucional del país.
Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com