”Mírame y no me Toques”
Por: Gerardo Armenta
Decir que las calles de Navojoa “están intransitables” es una manera muy cordial o elegante de aludir a un problema citadino, tal y como con certeza plena e inobjetable lo postuló DIARIO DEL MAYO en sus ocho columnas del sábado. Ciertamente, las calles de la Perla del Mayo están hoy por hoy de mírame y no me toques.
Y con justa razón se podría decir lo mismo con otros adjetivos o calificaciones. Por ejemplo, nadie entre la ciudadanía de la Perla del Mayo protestaría si alguien describe que el tránsito vehicular citadino se cumple cotidianamente en una especie de paisaje lunar o marciano, por aquello de los hoyancos en el pavimento, sea esto último lo que cada quien entienda por tal.
Ciertamente, en el ámbito navojoense el asfalto de calles y avenidas hace mucho que dejó de ser tal. ¿En qué se convirtió? No debe ser fácil científicamente responder tal pregunta. Pero ni falta que hace. Basta y sobre con advertir y sufrir la portentosa multiplicación de baches y “cráteres” en las avenidas de la ciudad para darse cuenta que en el entorno hay un serio problema urbano.
Una descripción como la anterior se entiende de buenas a primeras en Navojoa. Sin embargo, ya no se antojaría tan fácil entender por qué las autoridades municipales no hacen lo conducente, pero en serio, para resolver esta problemática que se ha vuelto común en los últimos años.
La verdad es que, lejos del clientelismo electoral o en abrazo de esta actitud, bien harían las autoridades municipales en idear y llevar a la práctica un programa, quizá ya no tanto de bacheo, sino de repavimentación general de una ciudad como Navojoa. Hoy los ánimos electorales están desbordados en todas las banderías o formaciones partidistas. No es preciso, de momento, abundar en esta circunstancia. Pero sí en la que tiene que ver con el lamentable estado de las calles navojoenses.
Un problema como el descrito se advierte muchísimo mucho más difícil que su enunciado. En este sentido, Lizeth Pérez, una vecina de la colonia Nogalitos, le dijo al reportero Edgar Coronado que la realidad es que las calles de Navojoa más dañadas no están siendo atendidas, además de que siguen deteriorándose por el tráfico vehicular, constante, combinado con la humedad dejada por las lluvias. Comentó que el programa de bacheo se ha observado lento y sin impacto considerable. He allí opiniones muy juiciosas que deberían ser escuchadas seriamente en el Ayuntamiento de Navojoa por quienes deban hacerlo. ¿Tendrán allí esa disposición?
Por su lado, Maité Zazueta, vecina de la colonia Beltrones, dijo que no sólo es el centro de la ciudad, sino colonias como la Deportiva, la Sonora y la Allende, las que se encuentran repletas de baches y ocasionando problemas a los ciudadanos. Con agudo sentido político, Maité señaló que es ahora cuando el gobierno municipal debe atender las calles porque ya viene el informe y no pueden presentar avances con calles intransitables; “eso sería incongruente”, juzgó.
Así están las cosas hoy por hoy en Navojoa en el marco de esta singular problemática. No es la primera vez que en la ciudad se torna crítica la situación de las calles por el deterioro de un pavimento añejo y la proliferación de baches que en cierta medida suelen llegar con las lluvias para quedarse por los siglos de los siglos, valga la expresión.
Sin embargo, se estará de acuerdo en que bien valdrá la pena se busquen y se encuentren soluciones reales para una problemática como la descrita. Sería exigible que el problema se ataque a fondo y no con afeites o medidas superficiales. Tal es lo menos que puede esperarse.
