Ilegalidades de Matilde Lemus

Si por la víspera se saca el santo, a la regidora Matilde Lemus Fierro le gustan las ilegalidades

Por: Francisco González Bolón

Si por la víspera se saca el santo, a la regidora Matilde Lemus Fierro le gustan las ilegalidades.

Y es que, según se ha sabido, hasta el momento se ha negado a devolverle a los cajemenses un sueldo ilegalmente devengado desde el 16 de septiembre de 2021 como Secretaria General del Sindicato Único de Trabajadores del Ayuntamiento de Cajeme (Sutsac).

Al asumir como integrante del Cabildo, debió haber solicitado una licencia para separarse de la Secretaría General del Sutsac que debe valer hasta que deje de ser Regidora. Sin embargo, siguió  cobrando como líder sindical y al mismo tiempo como edil, lo cual está prohibido no solamente por las leyes sino por un elemental sentido de moralidad, algo que seguramente ella no conoce.

Esa es una de sus fechorías y ojalá me calle la boca y demuestre que el 15 de noviembre pasado devolvió el dinero ilegalmente cobrado.

Otra irregularidad que por fortuna no ha podido concretar es lo concerniente a la pérdida de antigüedad de los trabajadores de la Comuna que por alguna razón no pudieron aportar al Fondo de Pensiones.

En gestiones con el alcalde Javier Lamarque Cano, la dirigente obtuvo que la Comuna aportara 50% de los recursos y el trabajador el otro 50% para así quedar a la par con sus cuotas y “borrón y cuenta nueva” de cualquier deuda.

Por cierto que en esa gestión logró también que aquellos burócratas a los cuales el Ayuntamiento les concediera un puesto de confianza superior a sus actuales actividades o que el Gobierno del Estado les ofreciera un trabajo, se le podría garantizar una licencia sindical, que debe ser solamente por seis meses, por una válida para todo el tiempo que dure el encargo.

Otro atentado contra los reglamentos sindicales que ella podría aprovechar ahora que se le acaba su licencia y quiere seguir como líder sindical, a pesar de que las leyes le exigen que debe escoger entre el Sutsac o la Regiduría.

O sea, ilegalidad sobre ilegalidad es el camino que ha seguido todos estos meses del gobierno municipal la regidora, amparada quizá en el silencio cómplice del Alcalde.

Pues bien, luego de obtener el pago al Fondo de Pensiones, Lemus Fierro se dio a la tarea de redactar el documento que firmaría el Presidente Municipal, el Sutsac y el Oficial Mayor del Ayuntamiento.

Y aprovechó que en noviembre pasado, cuando se renovaría el Contrato Colectivo, se firmara ese logro sindical, por lo que pasó a revisión el documento de la firma.

Ahí es cuando comenzaron los problemas para ella porque Rafaela Mendívil Ruiz, quien entonces fungía como encargada del despacho en Oficialía Mayor, le hizo ver a ella y al Presidente Municipal que esa “conquista sindical” era improcedente.

Y es que, argumentó, según quienes estuvieron en esa reunión, el Fondo de Pensiones no puede ser tocado solamente porque a la dirigente de los trabajadores se le ocurrió, pues se trata de un fideicomiso y por lo tanto todos los que lo integran, y no solamente el Alcalde en turno, deben estar de acuerdo para hacer cualquier cambio en las cláusulas.

El Presidente Municipal pidió que se le hicieran los cambios correspondientes al documento a firmar, pero cuando se llegó la hora de hacerlo, Mendívil Ruiz revisó y pudo observar que no se le había quitado ninguna coma, por lo que, para ella, seguía siendo improcedente y se negó a estampar su rúbrica.

Hecha una furia, y vengativa como es, Lemus Fierro ordenó a los integrantes de la Comisión de Honor y Justicia que sancionaran a la Oficial Mayor con quitarle sus derechos sindicales. Pero como por ahí se dice, para los perros los coyotes, Mendívil Ruiz le tenía preparada una sorpresa.

A las pocas horas de que se intentara hacer la notificación a la funcionaria, la dirigente sindical llegó con ella y aparentemente irritada porque “no la consultaron” para esa acción, se puso melosamente a disposición de la Oficial Mayor para resarcir esa situación, a fin de que, veladamente la amenazó, no perdiera ni su antigüedad ni su trabajo.

Mendívil Ruiz le dijo entonces que podía proceder como quisiera porque finalmente ella no pertenece al Sutsac sino al organismo de Esperanza Valenzuela Granados, el Sindicato Independiente de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Cajeme (Sitrac), lo cual puso verde de coraje a Lemus Fierro.

Todos los trabajadores dicen que esa debe haber sido la razón para que fuera reclutado como Oficial Mayor el profesor Jorge Alberto Ponce Salazar.

La Regidora tiene hoy una asamblea del Sutsac y habrá de proponer el cambio de los estatutos para que ella se quede en el cargo otros seis meses, aunque eso sea ilegal, según lo que aquí se ha explicado, y poder hacer frente a las próximas elecciones internas.

Lemus Fierro y quienes la respaldan, en definitiva, creen que la moral es el árbol que da moras y por eso actúan conforme ellos quieren que sean las cosas y no conforme a la ley.

No robar, no mentir y no traicionar, es, para los morenistas, solo discurso, como se ha venido comprobando en los últimos años.

Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com

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