"Heroico": la realidad de la formación militar

La cinta muestra un escenario de crueldad y violencia. Podría haberse adentrado en la concepción del Ejército de formar a los futuros soldados

Por: Jesús Carvajal Moncada

Luis, un joven de ascendencia indígena se inscribe en el colegio militar como una forma de seguir los pasos de su padre, además de estar en posibilidad de contar con un seguro médico por parte del ejército para cubrir los tratamientos a que es sometida su madre. Tal vez ésta no sea su vocación, pero está convencido de que ha tomado la decisión correcta. No obstante, desde la llegada al lugar de su entrenamiento se da cuenta que pertenecer a las fuerzas armadas de México le exigirá no sólo la dedicación y el esfuerzo que una labor como esta conlleva, sino el soportar el trato inhumano al que son sometidos los estudiantes.

Lo anterior es parte de la trama de Heroico, película escrita y dirigida por David Zonana, basada en testimonios de excadetes de la escuela militar. De hecho, el personaje de Luis es interpretado por Santiago Sandoval, quien fuera miembro de dicha institución y aportó sus experiencias en ese entorno con el fin de exponer la formación impartida por los militares a los jóvenes que desean ser parte de la institución. La realización cinematográfica, cuyo escenario fue el Centro Ceremonial Otomí, incluye actores como Fernando Cuautle y Esteban Caicedo, así como la participación de IsbelYudice y Mónica del Carmen.

Aunque Zonana se atreve a abordar de forma valiente temas que, por supuesto, el Ejército nunca mencionaría, después de 30 minutos es posible anticipar lo que ocurrirá: más humillaciones, vejaciones e incluso, desapariciones de estudiantes rebeldes y, por tanto, indeseables. Luis es obligado a azotar a un compañero desnudo, a matar un perro con una navaja, a callar ante la pérdida de su compañero y a contenerse para no abandonar la escuela ante la necesidad de atención médica de su mamá. Al respecto, hay una escena donde fantasea con azotarla a ella también, lo que muestra la ambivalencia de sus sentimientos, por una parte, la quiere y desea que esté bien de salud, y por otra, siente una gran molestia porque para esto debe mantenerse en un lugar que le resulta cada vez más difícil de soportar.

La película nos adentra en un escenario más de crueldad y violencia en el país. Podría, no obstante, haberse adentrado en la concepción del ejército de formar a los futuros soldados con base en una disciplina extrema, o en la idea que tienen de su papel en el desarrollo de la nación. Un punto importante más que se explora rápidamente son los trabajos que hace el oficial a cargo del colegio, el sargento Sierra (Cuautle), que se lleva a cadetes los sábados para penetrar en casas y atacar a personas que viven ahí. Los estudiantes son utilizados así también para actos criminales de la milicia. Además, este personaje deja asomar una homosexualidad latente en su relación con Luis, mientras que otro estudiante destapa este aspecto en el asalto a una de las casas, situaciones que el director deja ver, pero no profundiza en ello, como tampoco es posible saber si las mujeres que estudian en ese colegio reciben el mismo trato que los hombres.

En relación con esa filmación, recientemente se mostraron grabaciones en un noticiero donde se veían situaciones muy parecidas a las mostradas en la obra de Zonana, aunque en realidad, no es algo que se empezara a presentar hace poco tiempo, ni que fuese totalmente desconocido. Jóvenes que han estudiado en estos colegios han comentado experiencias similares. Un ejemplo de esto es el caso de dos amigos de esta ciudad que al finalizar sus estudios de preparatoria se inscribieron en una escuela militar, pero en cuanto tuvieron un fin de semana libre, abandonaron el lugar. Muchas de sus vivencias tienen un gran parecido con lo visto en la película y algunas fueron más humillantes todavía. Se trata entonces, del mismo patrón disciplinario.

De cualquier forma, una producción cinematográfica de este tipo contribuye al ambiente de cuestionamiento a las fuerzas armadas en México, que ahora llevan a cabo actividades que nunca habían sido de su competencia mientras la seguridad del país se ve afectada cada vez más. Y, sobre todo, pone la atención en cómo se forma la identidad de un soldado, que, si llega a finalizar su preparación, lo más probable es que salga a desquitarse de las vejaciones recibidas con quien le sea posible.

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