Hectáreas de los Mayos

Los Gobernadores tradicionales mayos quisieran saber qué está pasando con la entrega a la etnia, como parte del conocido como Plan de Justicia

Por: Gerardo Armenta

¿Y dónde quedaron las 10 mil hectáreas? Esta no es una clásica pregunta retórica como tantas otras más que suelen surgir en toda conversación. La interrogación se refiere a una comprensible exigencia de los Gobernadores tradicionales de la Tribu Mayo. Sucede que ellos están comprensiblemente preocupados por la “pasividad” del director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.

Como se sabe, Adelfo Regino Montes es el nombre del director de ese organismo. Y en esta coyuntura los Gobernadores tradicionales mayos quisieran saber qué está pasando con la entrega a la etnia de 10 mil hectáreas como parte del conocido como Plan de Justicia. Sin embargo, por lo que es posible inferir, ellos no están viendo nada claro al respecto. Estamos hablando de Feliciano López, Aguileo Félix, Juan Osuna, Norberto Buitimea y Rosario Avilés. Así se llaman los Gobernadores tradicionales mayos.

Reconocen ellos que el presidente Andrés Manuel López Obrador es un promotor del bienestar de los pueblos originarios y que ha girado instrucciones al INPI para formular un buen Plan de Justicia. “Pero el tiempo sigue corriendo y no vemos claro”, señalaron. El asunto, lo que sea de cada quien, se advierte problemático. Muchos organismos gubernamentales tienen nombres o denominaciones rimbombantes que suelen basar su quehacer más en la palabrería que en los hechos. Por lo visto, el INPI es uno de ellos.

Las autoridades de la etnia mayo tienen clara la situación de la demanda o exigencia que están planteando. Han hecho saber que confían en la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien dijeron que ha prometido que continuará el apoyo a todas las comunidades. Plantearon: “Nosotros vamos atrasados con respecto a otras etnias”. E hicieron ver que, en caso, de que “no se saquen adelante los pendientes en lo que resta de esta administración, las cosas se van a tardar en lo que se instala la presidenta en el cargo”.

Y todo esto se debe a que aquí no se ha efectuado una reunión anunciada por el titular del INPI desde hace varios meses, por lo que los perjudicados con esta situación presionarán al funcionario para que se lleve cabo ese fantasmal encuentro. Los perjudicados con esta irregularidad burocrática o administrativa, dijeron que si persiste la situación viajarán pronto a la Ciudad de México a gestionar una audiencia con el presidente López Obrador. Quizá no les queda otra más que optar por esta última alternativa. Por lo demás, no debe perderse de vista que el actual gobierno federal se encuentra prácticamente en su recta final.

Cabe reconocer que cada vez con mayor frecuencia es posible tomar nota de pormenores que tienen que ver con el quehacer indígena regional. Aunque no puede ignorarse que en ocasiones los hechos respectivos se ven asociados con el conflicto o la polémica, lo que, por supuesto, nunca será del todo reprochable. A menudo los hechos suelen ser como son y así hay que asumirlos mientras no pasen de ciertos límites.

En Huatabampo, por ejemplo, fue anulada recientemente la convocatoria para elegir a quien ocupará la regiduría étnica en el próximo Cabildo. Este es un proceso que tendrá que ser repuesto. Y es que en el mecanismo original se produjeron al parecer una serie de irregularidades, las que obviamente no resultó propio pasarlas por alto.

El proceso a que se alude tuvo la participación de cinco candidatas. Sin embargo, lo más llamativo es que no pudo llevarse a cabo con deseable formalidad. Cabría suponer que un mecanismo de esta naturaleza, sin injerencia de la población en general, tendría que ser mucho más llevadero, habida cuenta de su reserva electoral por la que incluye únicamente a un grupo de población. Pero una vez más se demuestra que episodios de naturaleza suelen ser todos casi iguales por el interés, el entusiasmo o la pasión que provocan, unos más que otros.

En Etchojoa, mientras tanto, el ganador de la regiduría étnica tuvo que reiterar que habla la lengua y que conoce y practica los usos y costumbres de la Etnia Mayo. “Y esto la comunidad lo sabe”, dijo Germán Servando Vázquez Álvarez. Señaló que la elección dejó las cosas muy claras, ya que obtuvo 920 votos por 223 sufragios de Juan Leyva Sialiqui. Ante esta evidencia, el triunfador dijo que no debería impugnarse el proceso, pero reconoció que quienes lo hagan están en su derecho de proceder de esa manera.

Finalmente, Vázquez Alvarado dijo: “Sé de dónde vengo, sé quién soy y sé también hacia dónde voy”. Esta nunca dejará de ser una buena carta de presentación personal. Por eso quizá no deje de sorprender que hayan surgido objeciones a su triunfo electoral. Competencias de esta naturaleza suelen casi siempre desembocar en alguna forma de querella. Cuando debería suceder todo lo contrario.

armentabalderramagerardo@gmail.com


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