En organigrama de Navojoa

Oficina de Asuntos Religiosos

Por: Gerardo Armenta

El Ayuntamiento de Navojoa cuenta ya en su organigrama con una nueva y llamativa dependencia.  La cual, por cierto, no tiene nada que ver con la multiplicación de los baches en todos los ámbitos municipales. Tampoco con la densa oscuridad citadina que se deja sentir por las noches en el mapa citadino. Nada de eso.

Sorprende en una primera instancia, y dicho sea en buena lid, que esa naciente área municipal tendrá entre sus quehaceres los que menos podría alguien imaginar de buenas a primeras. Uno, en la muy particular ignorancia que le distingue tan propiamente, no sabe, por ejemplo, si es la primera vez que un Ayuntamiento, en pleno uso de facultades, resuelve suscribir la creación de una área de trabajo como la que acaba de aprobar el Cabildo de Navojoa.

Y es que la nueva dependencia del gobierno de la Perla del Mayo se llama precisamente así: Dirección de Asuntos Religiosos. En efecto, leyó usted bien. No vaya usted a creer que a sus juveniles y prometedores años ya le está fallando la vista y le juega malas pasadas con la notificación suscrita en estos renglones.

La verdad es que propios y extraños debieron llamarse un poco (o un mucho) a sorpresa al enterarse de un aviso como el anterior. El hecho a que se alude empezó a tomar forma en días recientes. Pero no fue hasta que una reunión del Cabildo de Navojoa tomó el asunto como susceptible de discusión y…lo aprobó.

Aunque cuentan las notas periodísticas que las cosas al respecto no fueron tan tersas o convencionales como quizá pudo suponerse en la víspera. El caso es que la sesión de Cabildo a que se alude fue un tanto extensa. De momento no se tiene a la mano ningún pormenor sobre el tenor exacto de las deliberaciones respectivas.

Es dable plantear, en cambio, que las deliberaciones (con buen juicio, por lo visto) sirvieron para dejar en claro que los cargos de la nueva dependencia municipal deben ser ocupados por personal que ya esté laborando en el mismo Ayuntamiento navojoense. De este modo se evitaría añadir un mayor gasto administrativo a la Comuna local.

Así, con miras superiores y benéficas para la comunidad, debería pensarse siempre en el ámbito de un gobierno municipal. La propuesta respectiva fue planteada por el regidor morenista Guillermo Ruiz Campoy.  Vale reiterar que tal propuesta fue en el sentido de que el director de la nueva dependencia labore ya en el Ayuntamiento y no proceda ninguna nueva contratación, incluso para el personal que laborará allí, el cual también ya existe en la nómina oficial.

Es importante que se atiendan aspectos como los citados en los renglones anteriores, si bien de alguna forma habría que asumirlos como obvios. En el gobierno navojoense no debe estar el horno para bollos en lo que concierne a la contratación de nuevos elementos administrativos. Así las cosas, el enigma que resultaría propio resolver tiene que ver con las funciones que desarrollará la nueva y flamante Dirección de Asuntos Religiosos del Ayuntamiento de Navojoa. 

¿Acaso van a oficiarse misas en ese lugar? No es creíble. ¿Bautizos, matrimonios? ¿Se establecerán en el Ayuntamientos días y horas para rezar o elevar plegarias en busca de ayuda divina para salir de los problemas existentes en ese ámbito? Tampoco nada de esto es creíble como eventos o ceremonias propias para ejercerse en una sede de gobierno. ¿Entonces…?

Tal es la pregunta. Una pregunta que puede pulirse todavía más: ¿de qué se encargará exactamente la Dirección de Asuntos Religiosos del Ayuntamiento navojoense? Tendrán que serle asignadas tareas específicas y concretas. Por su denominación oficial podría entenderse cuál será el ámbito de sus quehaceres.

Sin embargo, y dicho sea sin ningún afán que no corresponda con una simple objetividad de hechos, tiene que reconocerse que no es ni ha sido muy común que gobiernos municipales lleven su quehacer hasta el ámbito de los aspectos religiosos, delicados y todo, pero propios y cercanos a la generalidad de la población. De este modo, no deberá pasar mucho tiempo para que las preguntas al respecto queden cabalmente despejadas, como es y debe ser propio que ocurra.

Por lo demás, debe asumirse que de la Dirección de Asuntos Religiosos del gobierno navojoense no saldrán aprendices de obispos, sacerdotes, vicarios y monaguillos. ¿Estará considerándose esa posibilidad? Quién sabe…

armentabalderramagerardo@gmail.com

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