Dentro de una lista de 10 países, ¿quién piensa usted que encabeza este grupo privilegiado?
Por: Gerardo Armenta
¿Sabe usted cuál es el país más feliz del mundo en una lista de diez? Puede resultar exagerado formular un planteamiento de esta naturaleza. Pero el caso es que en tan curioso listado aparece Finlandia encabezando un privilegiado grupo de países. México, en lo que cabe, no anda tan mal en esta materia. Ocupa el décimo escalafón. Pero el vecino Costa Rica tiene mejor ubicación porque está ubicado en el sexto lugar.
El ejercicio a que nos referimos se conoce como Reporte Mundial de la Felicidad. Tome usted nota: Dinamarca, Islandia, Suecia y Países Bajos ocupan en esta lista del segundo al quinto lugar. Después, Noruega, Israel y Luxemburgo están del séptimo al noveno escalafón. México, vale repetirlo, señores en el décimo lugar de este llamativo y singular listado.
A primera vista, podría suponerse un tanto frívolo tomar nota de un ejercicio como el descrito. Pero lo cierto es que se trata de una deliberación que bien puede ser tomada en cuenta sin complicaciones. Por ejemplo, este informe que mide la felicidad lo hace tomando en cuenta indicadores como el Producto Interno Bruto per cápita, el apoyo social, la esperanza de vida, la libertad, la generosidad y la ausencia de corrupción.
En esta ocasión, como en todas las demás, destaca a primera vista que los países nórdicos siguen formando parte del grupo de los 10 más felices del mundo. ¿Qué tendrán de especial esos países? Ni modo que el frío glacial que les caracteriza. En realidad, se trata de lugares con un gran desarrollo social y con modos de vida políticos eficientes. No en balde, por ejemplo, como quedó dichos renglones arriba, el Producto Interno Bruto es uno de los indicadores que se toman en cuenta para calibrar la felicidad existencial que distingue a un país.
A todo esto, entonces, ¿cuál sería el país más infeliz del mundo? Afganistán quedó esta vez con tan indeseable definición, en virtud de la crisis humanitaria que sufre desde que los talibanes regresaron al poder en 2020. Y lo que son las cosas: Estados Unidos quedó ubicado en el puesto 24 de la lista general de los países más felices del mundo. Según se ha dicho, el suyo fue un descenso en este sentido que le hizo quedar en su peor posición desde que se practican estas evaluaciones sobre la felicidad reinante hoy en los países. Por lo visto, ser feliz es una condición que se alcanza a partir de tres factores: relaciones familiares, configuración de los hogares y...comer acompañado o solo. Este último factor parecería broma. Pero así lo postulan quienes saben de estos menesteres.
En otro género de asuntos, como suele decirse un tanto pomposamente, vale tomar notar de que, por ejemplo, en Sonora no existe un programa permanente para hacer frente a la sequía. Sorprende reparar en esta circunstancia, habida cuenta de las características climatológicas habituales de una Entidad como la nuestra. Pero los hechos son como se describen.
La Entidad debe tener recursos para enfrentar la sequía. Así lo planteó Jorge Luis García Rodríguez, director regional del Noroeste de la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza). La verdad es que sorprende esta carencia, tratándose de un Estado como el nuestro, donde cada vez son más recurrentes las afectaciones por la falta de agua, como no parece existir duda al respecto.
Una afirmación como la anterior, debe ser seria en toda su extensión. García Rodríguez dijo que se busca promover en el Congreso del Estado una iniciativa para que la Entidad disponga de recursos con el propósito de atender la sequía. Y rubricó un gran señalamiento en estos términos: "El cambio climático no tiene reversión". E igualmente: "No hay acuerdos mundiales que estén dando fruto".
Es al contrario: los acuerdos se han estancado. Esto conducirá a que las temperaturas sigan aumentando. García Rodríguez dijo que desde el ámbito municipal deben generarse respuestas frente a esta situación, por lo que se requiere hacer llegar las necesidades al Estado. Planteó una premisa inobjetable: no se puede seguir desperdiciando el agua. Lo que se tiene que hacer es mejorar las tecnologías. "Pero no creamos que vamos a tener más agua". Y luego la reiteración contundente: "Ya no va a haber más agua".
En consecuencia, no queda más que el recurso o la práctica de la optimización. Interesantes las apreciaciones del director regional del Noroeste de la Comisión Nacional de Zonas Áridas.
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