El priismo está viviendo una prueba de fuego en Sonora. Las diferencias entre sus grupos de poder han llegado a los tribunales
No pudo ser más enfático don Adolfo García Morales en sus redes sociales, en las que enunció:
“CUANDO A LA VACA SE LE ACABA LA LECHE EL BECERRO LA ABANDONA.Eso le pasa al PRI,dejó de formar cuadros con convicción ideológica y arribaron jóvenes y no tanto y en la comodidad del poder,se alejaron del pueblo;hoy los resultados”.
Seguramente esa opinión la esbozó debido a que la diputada local, hasta hoy del PRI, Natalia Rivera Grijalva, dijo en Hermosillo que sí está a punto de renunciar al tricolor y que sus compañeros de bancada mantienen el análisis en torno a ese asunto.
Sin duda, García Morales sabe de lo que habla porque, además de abogado, ha participado en la vida pública de Sonora como Subsecretario de Gobierno, Oficial Mayor de la Cámara de Diputados, Subprocurador de Justicia, Diputado, Delegado de la Secretaría de Gobernación, catedrático y Secretario de Seguridad Pública.
Una trayectoria que le ha permitido ver toda una vida de encuentros y desencuentros no solamente al interior del PRI, su partido, sino de otros en los que también las diferencias hacen mella y, como en el caso del diputado Kiko Munro, abandona de igual manera al PAN para irse a refugiar al Partido Encuentro Solidario que, la verdad, no se ve mejor y por ello podría aplicársele aquella máxima de “salir de Guatemala para entrar a Guatepior”.
Hoy, el priismo está viviendo una prueba de fuego en Sonora. Las diferencias entre sus grupos de poder han llegado a los tribunales, pues el equipo de Zaira Fernández y Pascual Soto, o quien sea a quienes ellos representan, sigue firme contra el “agandalle” de la dupla conformada por Onésimo Aguilera e Iris Sánchez.
Se presume que el 12 de este mes saldrá la resolución del Tribunal Electoral y si llega a ser en contra de la nueva directiva, muchas cosas podrían cambiar en el tricolor sonorense.
Por ello es que los recientemente nombrados por el candil de la calle y oscuridad de su casa en que se ha convertido Alejandro Moreno Acosta, andan acelerados formando el Consejo Político Estatal o queriendo poner a sus incondicionales en los comités municipales, cuando deberían esperarse a la resolución judicial.
Lo cierto es que los partidos políticos andan hoy sin credibilidad. Y han llegado a ello, por cierto, por ese actuar de una manera diferente a la realidad. Moreno Acosta se queja a nivel internacional, por ejemplo, de que el gobierno no practica la democracia, pero su actuación en Sonora no lo refleja precisamente como un demócrata.
O, en el ámbito estatal, la funcionaria de Morena en Seguridad Pública, María Dolores del Río Sánchez, proclama que se avanza en el combate a la violencia y que no existen “cobros de piso” solamente porque hasta a su mesa no han llegado denuncias.
Como si estuviera el horno para bollos. Los que en San Carlos se han negado a acudir a las autoridades no es porque no quieran denunciar sino por el miedo que les infunde ser parte de las estadísticas de muertes, como ocurrió recientemente con la propietaria de un restaurante, o que un “incendio” repentino acabe con sus instalaciones.
Lástima estudios de comunicación de la funcionaria porque debería ser mejor para emitir sus mensajes y no para tratar de esconder la basura debajo de la alfombra porque la terca realidad le hace morder el polvo.
Y en Cajeme los morenistas también hacen de las suyas. Por ejemplo, sale del Instituto Municipal de la Mujer alguien que sí quería y le entendía a eso de mejorar las condiciones del gremio femenil, pero a la cual jamás la dejaron trabajar bien, pues no era del agrado de las dos mujeres que le susurran al oído del Alcalde Javier Lamarque Cano.
En fin, con sus acciones, los políticos han ido perdiendo credibilidad ante la población y los de Morena hoy están confiados porque la sombra de AMLO los protege.
Pero, como luego se dice, a cada santo le llega su día y pronto el hoy Presidente desaparecerá del escenario político y Morena habrá de rascarse con sus propias uñas.
¿Será por eso que hoy quieren despacharse con la cuchara grande, sabiendo que no es mucho tiempo lo que les queda en el poder? Tal vez.
Y ojalá pronto los mexicanos veamos surgir una nueva generación política que no sea rapaz como la actual. El país ya se merece otro rumbo.
Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com