Cajeme tiene hambre de contar con una dirección y un rumbo sin incertidumbres, no proyectos a medias ni mentiras a los miles de ciudadanos
Por: Héctor Manjarrez Rubalcava
Pese a los señalamientos en contra de las diversas obras por llevar a cabo por parte del Gobierno del Estado y Gobierno Federal en el municipio, como lo es el proyecto de ciudad universitaria, inversión histórica en Laguna del Náinari, entre otras obras, finalmente todo el debate recae sobre el recurso económico.
¿Cuándo se había planteado en Cajeme una inversión de casi mil millones de pesos en el principal giro turístico de la ciudad y en un plan integral de desarrollo estratégico municipal para generar inversión directa?, en la época reciente del municipio, nunca había sucedido.
En ese sentido, era de esperarse los constantes señalamientos de diversos grupos de la sociedad, los cuales en ciertos puntos hay un criterio interesante de debate e incluso hasta cierta razón, sin embargo, ¿De qué sirve aplicar los mismos programas de obra pública qué han traído al municipio en las condiciones en que se encuentra?, ¿Dónde quedó “Cajeme de 100” ?, ¿Dónde quedó “Fierro por Cajeme” ?, “¿Dónde quedó “Cajeme: ¿Compromiso de todos” ?, miles de millones de pesos invertidos y sin resultados asombrosos como se plantearon a la hora del presupuesto.
Vale la pena hacer un poco de memoria, ¿Para qué?, para recordar los millones de pesos ejercidos para la compra de materiales para imagen y obra pública, para callejones turísticos, para cuadrantes seguros, entre otras falacias.
En consecuencia, el problema no es el invertir en obra pública, porque definitivamente es requerido, pero, la duda es, ¿Dónde quedó ese recurso?, el detalle es que no hay continuidad a esos esfuerzos por mejorar la comunidad, todo por simples intereses partidistas.
Por otra parte, aquí se propone una inversión directa y establecida en el corazón del municipio, donde no habrá partido político o grupo político que pueda retirar ese impacto, por lo que estoy seguro de que a los cientos de comerciantes alrededor y a los miles de ciudadanos que tendrán beneficio directo por seguridad, plusvalía y diversos beneficios, habrán de ver con visto bueno dicho proyecto.
Finalmente, Cajeme tiene hambre de contar con una dirección y un rumbo sin incertidumbres, no proyectos a medias ni mentiras a los miles de ciudadanos que anhelan ver un mejor rostro para esta comunidad, aquí se necesita un consenso entre sociedad civil, empresarios y grupos políticos para abrazar estos proyectos y no contar con este ambiente tóxico (no encuentro otra palabra más adecuada para las condiciones de la ciudad), ¿Por qué tóxico?, porque incluso los mismos grupos de la sociedad civil y empresarios están hartos de que se les manipule administración tras administración para asistir de manera obligada a foros de participación o charlas en Palacio, únicamente para la “foto” y que finalmente ingrese otro gobierno y venga a derrumbar todo lo hecho entre gobierno-sociedad, basta.
Aunque no les guste, alguien lo debe decir.
“El orden social no puede ser más que un equilibrio de fuerzas”-Simone Weil
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