Candidatos que no serán
Por: Gerardo Armenta
Una vez más asoman evidencias de problemas sindicales en el Ayuntamiento de Navojoa. Y de qué manera. Incluso, es posible que ayer mismo se haya anunciado la fecha (al parecer definitiva) sobre el inicio de una huelga de los trabadores del gobierno municipal. Por lo visto, el diálogo con las autoridades estatales del trabajo para evitar la concreción de tal extremo, no fructificó en la forma esperada o deseable.
De esta forma, el Sindicato Único de Trabajadores del Ayuntamiento de Navojoa suscribió un emplazamiento a huelga ante el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Sonora. Lo hizo al postular el incumplimiento de cinco cláusulas del contrato colectivo de trabajo. Ni más ni menos. El dirigente sindical Ramón García Vallejo dijo que el gremio se prepara igualmente para acudir al Tribunal Colegiado en Materia Civil y del Trabajo (con sede en Hermosillo), si es que es necesario.
No hay duda, entonces, de que las cosas respectivas van en serio, con todo lo que eso implica para el funcionamiento del gobierno municipal navojoense. Sorprende que en el ámbito laboral del Ayuntamiento no se haya podido despejar del todo el ánimo beligerante que desde hace tiempo no ha dejado de existir entre las partes oficial y sindical. Por eso, en esta coyuntura las cosas allí en se ámbito de trabajo tan importante podrían estar (como están, sin duda) al borde la huelga. El líder gremial dijo que los sindicalistas aprecian la comprensión ante esta medida (la suspensión de labores en la Comuna local), la que, señaló, es tomada en busca de justicia y en defensa de los derechos de los trabajadores.
No se duda de la validez de estos propósitos o lineamientos, aunque, de todas maneras, como es propio entenderlo, una huelga es una huelga, y más llamativa y hasta delicada por tratarse de un ayuntamiento, lugar donde residen los poderes municipales de un lugar. Los perjuicios de esta eventual decisión a que se alude se explican por sí solos en su grosor y alcances. Pero también hay que considerar los hechos que tienen que ver con las demandas de los trabajadores sindicalizados respectivos. Este es un asunto entre dos partes, que constituyen un todo excepcionalmente sensible para la buena marcha de un Municipio como el de Navojoa.
A partir de premisas como las anteriores, cabría esperar de último momento que ayer haya resultado sin efecto la posibilidad de que el Ayuntamiento de Navojoa quede bajo un mecanismo de huelga sindical. La verdad es que se antoja un tanto difícil que se arribe a esta decisión. Pero cabría confiar en que durante el último minuto del asunto se haya despejado la eventualidad de la huelga en el Ayuntamiento de Navojoa.
Mientras tanto, en un asunto de política nacional, quizá llame la atención saber que la elección presidencial de este año se llevará a cabo sin la participación de ningún candidato independiente. No está claro del todo qué tan importante pudo ser o no el hecho de que aspirantes de este nivel hayan podido participar o no en un evento de esa naturaleza.
La verdad de los hechos es que tal modalidad de participación electoral no ha logrado acreditar un mínimo interés popular. Quizá influya en esta circunstancia la asombrosa dificultad existente (de acuerdo con la ley respectiva) para lograr la nominación a que se alude. Como se sabe, uno de los requisitos, acaso el principal, estribó (y estriba) en que un aspirante a figurar como candidato presidencial independiente debe lograr para serlo la obtención exacta de 961 mil 405 firmas ciudadanas de apoyo.
Procede la pregunta: ¿A qué horas, ciudadanos prácticamente desconocidos en buena medida para el grueso de la opinión pública o ciudadana, podrían recabar en su beneficio ese caudal de firmas? La respuesta es muy simple: a ninguna hora. Prueba de ello es que seis aspirantes a la nominación presidencial independiente no pasaron del cero por ciento de firmas. Otro, más conocido, como Eric Flores, ex dirigente del PES, recabó a su favor únicamente ocho rúbricas.
El caso es que nadie de los aspirantes logró acercarse por lo menos al uno por ciento de la Lista Nominal de Electores, que equivale precisamente a 961 mil 405 firmas. De este modo, cabe suponer que el proceso presidencial que está a la vuelta de la esquina no perderá nada del interés que despierta hoy sólo porque no tendrá candidatos independientes. Hasta puede que sea mejor así…
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