Ante carencia de lluvia

Perjuicios en agricultura

Por: Gerardo Armenta



Bien se sabe que a menudo poco o nada puede hacerse ante la adversidad temporal del clima traducida en carencia de lluvias. El quehacer productivo asociado con la agricultura es de suyo a menudo el más afectado por una escasa o mala temporada de precipitaciones pluviales. Los daños que genera una situación de esta indeseable naturaleza se explican rápidamente por sí solos. Es así por la subrayada importancia social y económica que tienen las faenas del campo en una región como la propia del sur de la Entidad.

Premisas como las anteriores son de suyo harto conocidas en el sector agrícola regional. Este es un ámbito propiamente laboral del que suele depender en casi toda medida perceptible la salud económica de la población sureña. Tal es la importancia de la agricultura en este ámbito geográfico. Por eso la extendida preocupación que hoy se advierte en la perspectiva general que tiene que ver con el futuro productivo inmediato del Valle del Mayo.

Sin duda, el factor agua en su carencia está en la base de toda la preocupación existente por la forma en que podría generarse una crisis en el campo por falta del siempre con certeza denominado vital líquido. Como invariablemente suele reconocerse, los hechos hablan por sí solos. En el Valle del Mayo, por ejemplo, debido a las bajas condiciones de captación de agua que registra la Presa Adolfo Ruiz Cortines, la estimación de siembra apenas considera 25 mil hectáreas durante el próximo ciclo agrícola.

El llamado embalse de la presa registra hoy el 27% de su capacidad. Este porcentaje alcanzaría para que se autorizaran 2.4 hectáreas de siembra por padrón. De ser así tendría que hablarse de un ciclo agrícola muy limitado. Apreciaciones como las anteriores fueron suscritas por Luis Gerardo Villalobos, presidente de la Sociedad de Usuarios del Distrito de Riego del Río Mayo. Según otros datos susceptibles de interés público, cabe anotar que el Valle del Mayo dispone de 92 mil hectáreas en aptitud de siembra. Sin embargo, la crisis del agua existente en esta coyuntura no permitiría ejercer ninguna siembra en 67 mil de esas hectáreas.

Situación complicada, evidentemente. Prueba de ello es que también la Asociación de Horticultores del Bajo Río Mayo lamentó la actual crisis del campo por la falta de agua, en lo que es algo que tendrá un impacto negativo para diversos sectores de la economía. Así lo dijo el dirigente de esta asociación, Rafael Orduño Valdez, quien recordó que desde hace muchos años no se presentaba una problemática como la que se comenta.

Orduño Valdez graficó numéricamente el problema: de las 92 mil hectáreas que tiene el Valle del Mayo, solamente se cultivarán 25 mil hectáreas en el venidero ciclo agrícola, lo que equivale a un 27% del total de tierra. Al sector hortícola no le pintan tan mal las cosas…por lo menos bajo cierta apariencia. Este sector sembrará por lo menos 900 hectáreas. En el ciclo anterior se trabajaron 1,200 hectáreas. La diferencia no es mucha, dijo Orduño Valdez. Pero lo ocurre es que se tendrá menos calidad de siembra. Porque se recurrirá al agua de pozos, los cuales en su mayoría están…salados. Por añadidura, no habrá cosecha hortícola de exportación. “Las cosas están muy complicadas”, remarcó Orduño Valdez.

No en balde, entonces, ha cundido una razonable y entendible preocupación por el estado de cosas que se comenta. El pesar social en este sentido es palpable y manifiesto. No podía ser de otra manera. Un eventual perjuicio en el sentido al que se alude marcaría daños económicos sociales ramificados. Al opinar al respecto, la presidenta del Consejo Empresarial del Mayo, A.C. dijo que esta situación descrita preocupa mucho.

Elly Angelina Alcalá Valdez señaló que se sigue dependiendo mucho de la agricultura, por lo que ya es hora de que se diversifiquen las actividades productivas. Explicó: “Sobre todo porque cada vez es más recurrente y mayor la falta de agua, lo que obliga también a atender de fondo las causas de este problema, que son el descuido y la contaminación del medio ambiente”. La agrupación que encabeza Alcalá Valdez está formada por más de 200 empresarios de Huatabampo.

Los ganaderos de Álamos, si bien su quehacer no consiste en sembrar la tierra, se reconocen igualmente perjudicados por la insuficiencia de lluvias durante la presente temporada. Esta actividad, que es una de las principales que se llevan a cabo en el municipio, sigue siendo muy afectada por esa razón, según dijo Héctor Sánchez Valdez, presidente de la Asociación Ganadera local. Pintó el siguiente e ingrato cuadro: los pozos y mantos acuíferos no se recuperaron, los arroyos están secos y el pasto no “sazonó”. Vale una sola conclusión: así no se puede. Y todo, precisamente por la falta de agua. La exposición general contenida en este apunte es frontal. armentabalderramagerardo@gmail.com


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