Seguimos dando uso limitado al líquido tratado, no tenemos sistemas más eficientes de captación de lluvia, continuamos contaminando ríos y lagos
Por: Moisés Gómez Reyna
El mundo, incluyendo México y Sonora, enfrentan hoy en día dos graves problemas con el agua: por una parte, este recurso es y será cada vez más escaso a consecuencia del cambio climático y, por otra, la poca agua de la que disponemos está incorrectamente administrada.
De acuerdo con datos del Banco Mundial, los déficits de agua se están convirtiendo rápidamente en la nueva normalidad. Durante el último medio siglo, las sequías extremas han aumentado un 233% en varias regiones del planeta.
Por otra parte, actualmente casi la mitad de la población mundial sufre escasez de agua al menos durante parte del año y una cuarta parte se enfrenta a niveles de estrés hídrico extremadamente altos, de acuerdo con el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2024.
En el caso de nuestro país vive su peor crisis hídrica en décadas. Al cierre de febrero de 2024, el 69% de la población padeció algún tipo de sequía, según el Monitor de la Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
En el caso de Sonora, 71 de los 72 municipios enfrentan algún tipo de sequía, lo que ha obligado a restringir la siembra de maíz y trigo en el estado, y también ha provocado el desalojo y la reducción del hato ganadero de un millón 200 mil a alrededor de 700 mil cabezas.
Además, de acuerdo con el Organismo de Cuenca del Noroeste (OCNO) de la Conagua, el almacenamiento total de las 10 presas del estado es de sólo 14.2%, mientras que hace un año era del 47.4%.
Este 2024, la situación de sequía podría agravarse todavía más, ante los récords de temperaturas y la escasa precipitación que se prevé.
Y si bien la agricultura concentra aproximadamente el 70% de las extracciones de agua dulce en el mundo, México y Sonora, los usos industriales (20%) y domésticos (10%) son los principales motores de la creciente demanda de agua.
El problema es que en el sector primario los riegos de los cultivos se siguen haciendo por gravedad, lo que provoca que se evapore o desperdicie más de la mitad del agua que se emplea.
Por otra parte, seguimos dando un uso limitado al agua tratada, no contamos con sistemas más eficientes de captación de lluvia, seguimos contaminando con químicos y plásticos ríos y lagos, y los sistemas de agua potable y hogares presentan fugas donde se desperdicia más de la mitad del líquido que se inyecta a la red.
Así, con esta administración de la poca agua que tenemos, no habrá jamás suministro que alcance.
Por ello, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) propuso con motivo del Día Mundial del Agua el pasado 22 de marzo, que los próximos gobiernos electos en junio, hagan de la agenda del agua una de sus mayores prioridades.
Entre varias propuestas que lanza destacan: Para el gobierno federal, desarrollar un plan para el uso eficiente del agua en el sector agrícola, a través de implementar técnicas eficientes de riego, conducción y captación, y también sugiere ajustar los volúmenes a concesionar para extracción de agua superficial o subterránea, para que se ajusten a la disponibilidad. A los estados, les propone fortalecer su planificación del agua, de modo que la recaudación tarifaria sea equitativa con el gasto, para que se garantice el acceso equitativo y sostenible al agua para todos los ciudadanos.
Finalmente, a los municipios les recomienda Invertir en modernización y conservación de infraestructura, un mayor volumen de tratamiento de aguas residuales y fortalecer sus sistemas de cobro. De no abordarse el problema pronto por todos los órdenes de gobierno, entonces la crisis hídrica del país podría ser de proporciones inimaginables.
Twitter: @gomezreyna