Acueducto: no tiene fugas

Piden restitución de tierras

Por: Gerardo Armenta

El Acueducto Macoyahui-Álamos no ha tenido (ni tiene) ningún problema por fugas de agua, como trascendió recientemente. Incluso, el modo con que opera actualmente se encuentra al 100 por ciento de su capacidad. Tiene un flujo diario de 40 litros por segundo. La obra no presenta fallas. Es la única fuente de agua con que cuentan las familias alamenses.

Así respondió el Gobierno de Sonora, a través de la Comisión Estatal del Agua (CEA), a vecinos de la comunidad de La Higuera que señalaron que el Acueducto está teniendo muchas fugas. Algunos vecinos no eludieron proporcionar sus nombres. Al considerar información errónea la que se dio a conocer, la CEA estimó que, de no haberse concretado el proyecto del Acueducto, el que se entregó en julio de 2024, "Álamos habría sufrido sequía total debido a la falta de inversión".

Sin duda, nadie podría objetar en sano juicio un argumento de esa naturaleza. Como también el que señala que el Acueducto está diseñado para suministrar agua para consumo humano de manera equitativa. Este ha de ser un reconocible propósito gubernamental. De igual manera, también resulta útil saber que la demanda total de agua en la región (Álamos) es de 70 litros por segundo. Esto conlleva a que se requieran otras fuentes de abasto que, debido a la sequía, no están disponibles.

En lo que hay que entender como el meollo del asunto, trascendió que personal de la Comisión Estatal del Agua detectó, en una inspección reciente, que una parte de la tubería del Acueducto fue manipulada por particulares para desviarla hacia un represo. Este se encuentra a un lado del camino que lleva al Acueducto. La maniobra provocó una fuga de agua intermitente.

Una acción como la anterior generó una investigación para deslindar responsabilidades "por el desperdicio intencional de agua", según aclaró la CEA. También definió que el resto de los 40 kilómetros del Acueducto no presentan desperfectos, fallas estructurales, fugas ni problemas de "turbidez". He aquí, entonces, una buena nueva que vale reconocer en su cabal significado.

¿Pero en qué va a quedar la "manipulación de la tubería" por particulares para desviar el vital líquido que conduce el Acueducto? En el ínter, debe reconocerse el sentido de las afirmaciones oficiales que señalan que esa obra hoy por hoy no tiene ningún problema. Convendrá que siga así al paso del tiempo, habida cuenta de la importancia que representa para una comunidad como la de Álamos, donde, como se sabe, el factor agua siempre ha sido problemático de una u otra manera. Al final, por lo demás, queda en claro que, como siempre, hablando se entiende la gente.

En otro tema, mientras tanto, procedería recordar, por ejemplo, que en 1932 se produjo en el sur un despojo de 37 mil hectáreas. Desde entonces ha pasado una eternidad. Algo así como 93 años. Exactamente eso: una eternidad. Sorprende que, en un país donde la justicia es tema de todos los días, haya ocurrido un hecho semejante. Obviamente, al paso del tiempo, las tierras nunca fueron devueltas a nadie.

La organización Pueblos Indígenas Originarios Mayos (PIOM) replanteó ante el Gobierno Federal la restitución de las hectáreas despojadas en aquella lejanía histórica. Se trata de beneficiar a 450 jefes de familia y sucesores. Son ellos lo que buscan recuperar los terrenos. Confían en que bajo el mando de la presidenta Claudia Sheinbaum así sucederá.

El problema en esta llamativa historia es que no se ha podido encontrar en el Archivo General de la Nación el plano y título original fechado en 1867, un año lejos en el horizonte. Pero la buena nueva acaso estribe en que el PIOM tiene consigo un título de propiedad gratuita que data de 1907. Este es el principal sustento jurídico que se busca acreditar ante las autoridades correspondientes. Todos estos datos fueron proporcionados a la opinión pública por Benito Santi Valdez, representante de Pueblos Indígenas Originarios Mayos.

De las 37 mil hectáreas de que se habla, muchas son terrenos baldíos, "por lo que no debería haber problema para que nos den una solución", dijo Santi Valdez. En efecto, las cosas deberán ser así. Aparte, lo que está en juego históricamente es un despojo que debe reivindicarse en beneficio de los jefes de familia y sucesores indígenas que hoy plantean la restitución de las tierras. Habrá que esperar el desenlace de esta llamativa historia...si es que llega a ocurrir en un tiempo razonablemente cercano.

armentabalderramagerardo@gmail.com


DEJA UNA RESPUESTA

Noticias Recientes