Marián Rojas Estapé explica las cualidades por las que destacan este tipo de personas y también las claves para ser una
Por: César Omar Leyva
Una persona vitamina es aquella que aporta energía positiva, calma y apoyo emocional a quienes la rodean. Según Marián Rojas Estapé, psiquiatra y autora del bestseller Encuentra tu persona vitamina (2021), estas personas tienen un impacto especial en nuestras vidas, ayudándonos a salir de estados de ansiedad, tristeza o estrés.
¿QUIÉNES SON LAS PERSONAS VITAMINA?
Rojas Estapé, destaca que las personas vitamina tienen la capacidad ayudar a otros a sentirse valiosos, queridos y acompañados. "Son las personas que nos sacan del estado de alerta y nos hacen creer que valemos la pena", explica la psiquiatra. Estos individuos no solo escuchan sin juzgar, sino que también se emocionan con los logros ajenos y brindan apoyo incondicional en momentos difíciles.
Es fácil identificarlas: cuando pasamos por un mal momento, pensamos en esa persona que sabemos que estará ahí para escuchar, comprender y ofrecer un abrazo reconfortante. No critican ni humillan, y siempre buscan sacar lo mejor de los demás.
CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA VITAMINA
Las personas vitamina tienen ciertas cualidades que las hacen destacar. Según Rojas Estapé, algunas de estas características son:
- Incrementan la autoestima de los demás.
- Ofrecen apoyo y motivación constante.
- Alivian el sufrimiento y proporcionan consuelo.
- Comprenden sin juzgar.
- Transmiten alegría, optimismo y gratitud.
- Tienen un excelente sentido del humor.
- Ayudan a liberar emociones negativas y potenciar lo positivo.
Para ser una persona vitamina, es fundamental aprender a gestionar nuestras propias emociones. La capacidad de autorregularse en situaciones de estrés, tristeza o frustración es clave para poder ayudar a los demás de manera efectiva.
¿ES POSIBLE SER VITAMINA Y TÓXICO A LA VEZ?
Aunque las personas vitamina tienen un efecto positivo en la mayoría de quienes las rodean, Marián Rojas Estapé reconoce que es posible ser vitamina para algunos y tóxico para otros. "Cada persona tiene sus propios criterios sobre lo que le gusta o no en los demás. Una persona que para algunos es alegre y empática, podría ser vista como una amenaza por otros", señala.
Lo más importante, según la experta, es conocer nuestras propias emociones y ser conscientes de lo que transmitimos a los demás. Así, podremos seguir siendo una fuente de energía positiva en las vidas de quienes más lo necesitan.